CIUDAD DE MÉXICO, febrero 3 (Notimex)
En México, “quisiera ser un instrumento de paz, pero con todos ustedes”, afirma el Papa Francisco a los feligreses que le preguntan desde México qué hacer frente a situaciones como la migración, la inseguridad, la violencia, la intolerancia.
Y también hace un llamado. “La paz es algo que hay que trabajar todos los días, es más, diría una palabra que parece contradicción: ¡La paz hay que pelearla todos los días!”, enfatizó.
“Es un trabajo artesanal, que se amasa con las manos, desde cómo educo yo a un chico, hasta cómo acaricio a un anciano”, explica, y aboga por el diálogo.
Desde la Ciudad de México, Hermenegilda y Óscar le cuestionan cómo ayudaría a afrontar la violencia; mientras que José de Jesús, en Guadalajara, le pide abonar para que el mundo tenga paz y tolerancia.
“Si yo voy ahí, es para recibir lo mejor de ustedes y para rezar con ustedes, para que los problemas de violencia, de corrupción, y todo lo que ustedes saben que está sucediendo, se solucionen”, les dice Francisco.
Advierte que no quiere “tapar” situaciones de violencia, de corrupción, tráfico de drogas, o cárteles, y contundente señala que “no es el México que quiere nuestra madre”.
Sí en cambio, dijo, “exhortarlos a la lucha de todos los días contra la corrupción, el tráfico, la guerra, la desunión, el crimen organizado, la trata de personas”.
Cita a Gabriela, quien desde San Luis Potosí le pide traiga paz y es entonces cuando llama a “¡pelearla todos los días!, sembrar mansedumbre, sembrar paz”.
También recuerda a San Francisco: “‘Señor, hacé de mi un instrumento de paz’. Quisiera ser en México un instrumento de paz, pero con todos ustedes”.
Descarta una pelea como solución a un conflicto, insiste en el diálogo y en “no tenerle miedo a escuchar al otro”. Por eso, dice, “yo le voy a pedir a la Virgen de Guadalupe, junto con ustedes, que les dé esa paz, del corazón, de la familia, de la ciudad y de todo el país”.