Carla Ramírez
Mientras que la mayoría de los niños preferían practicar algún deporte, el reconocido director de cine Rodrigo Verazaluce, pasaba las tardes de su infancia tras bambalinas, entre ensayos de danza y cambios de vestuario, entre el zapateo a la madera y viajes de presentaciones teatrales; sería así el principio de una trayectoria de éxito en el mundo de las artes.
“Mi familia está integrada por artistas, mi mamá estudió en Bellas Artes folklor, se graduó allá; tengo una tía que tiene un grupo de danza contemporánea, se llama Contempodanza, que es reconocido a nivel nacional; mi abuelito era músico, mi abuelita pinta, entonces poco a poco he estado con ese acercamiento del arte por la familia. Me gustaba ir a los ensayos con mi mamá, escuchar el sonido de los zapatos en las maderas, en vez de aburrirme, para mi era bonito”, platicó el también productor.
Recordó las tardes bohemias que pasaba su familia junto a los artistas Alejandro Rosales Lugo y Olivia Malibrán; los innumerables viajes que realizó, acompañando al conjunto típico que dirigía su mamá para presentarse en diversos teatros del país.
“Mi mamá no tenía con quién dejarme, tenía que irme con ella, pero creo que si le hubiera dicho que me aburría mucho me hubiera dejado con la abuela, pero a mi me gustaba ir, me encantaba ver cómo se preparaban, cómo bailaban, ese olor de tarima vieja, y la música, digo ahorita me acuerdo de como murmullos, de las presentaciones, los viajes…”, expresó.
Pese a su agrado por las artes, en su infancia Rodrigo deseaba estudiar biología y por azares del destino solo cursó un año de la carrera, ya que sus padres no le permitieron irse a México a ingresar a la escuela de Artes Visuales.
“Entro a la prepa, me vuelvo un relajo, pongo una banda, me hago rebelde, punk, fiestas a todo lo que da; me pongo un poco rebelde con la familia, quiero estudiar artes visuales en México y me dicen que no mis papás porque era muy desmadroso y no sabían si podía controlarme allá”, comentó.
Y fue hasta 1999 que ingresó a la Universidad Autónoma de Nuevo León, donde destacó por sus excelentes calificaciones.
“Con el tiempo mis papás me dejaron ir y pues yo le bajé todas las rayas, a todo mi relajo. No fue fácil entrar, no pasé por una décima, mi abuela habló con el director… y es que sólo había 15 lugares, tres eran para foráneos y uno para un extranjero, se me complicó, es difícil entrar. Tengo varios amigos que han intentado y nada, se dio la oportunidad de que me dieran chance y saqué diez en toda la carrera, salí con 9.7 de promedio”, mencionó Rodrigo.
El también productor participó en el Festival de la Memoria documental Iberoamericano, en Cuernavaca, con el documental “Ensueño de una Danza”; en el Festival Internacional de Cine Tamaulipas con el filme “La virtud eterna”; y en el Festival Internacional de Cine de Monterrey participó con “Caleidoscopio” en la sección pantalla abierta 2015.
“Cuando estas en la carrera te imaginas siendo un artista, haciendo películas y tomando fotos, pero pues te das cuenta que la realidad es otra, en esta vida es complicado, uno tiene que salir adelante por el trabajo, tienes que trabajar, demostrarle a la gente que lo que haces es bueno”, externo.
Rodrigo Verazaluce es un claro ejemplo de que el éxito no es fortuito, se construye a base de trabajo y perseverancia.
Fue así que en el 2004 fundó la casa productora Pantallazul, donde inició tocando puertas en negocios locales y dependencias gubernamentales para realizar spots publicitarios y videos institucionales; hasta grabando eventos sociales si era necesario. “Me di cuenta que era escaso el campo visual como productora. Le dije a mi mamá que me prestara para comprar una cámara y un equipo de edición, en aquél entonces fueron 15 mil pesos. Fui tocando puertas, fui a Transpais, ‘Mire yo hago esto’, fui a la Universidad La Salle, y terminaba un trabajo y recomendaban para otro. Yo creo que ofrecer el lado artístico a productos comerciales fue lo que me fue abriendo las puertas”, enfatizó.
En Pantallazul se desarrollan diferentes productos como: spots publicitarios para televisión y radio, videos institucionales, videoclips, producción de documentales, así como fotografía de productos y servicios.
Para un artista como Rodrigo la meta siempre es llegar más arriba y uno de los peldaños por alcanzar es poder participar, además del Festival Internacional Tamaulipas (FIT), en otros de talla internacional. Y será con el próximo estreno de su cortometraje “El águila”, que podría lograrlo.
“Me gustaría estar en un festival de Morelia, el de Guadalajara. También en el de Guanajuato, sería increíble participar en alguno”, concluyó el también director de “El águila”.