CIUDAD DEL VATICANO, febrero 6 (AP)
La comisión asesora del Papa Francisco sobre abusos sexuales votó el sábado separar a uno de sus miembros, un conocido sobreviviente de los abusos, quien había expresado diferencias sobre la misión del organismo.
El británico Peter Saunders, quien aboga por los sobrevivientes, había criticado con dureza la lentitud de la Santa Sede para tomar medidas de protección a los niños y de castigo a los obispos que encubrieron a curas pedófilos. También quería que la comisión interviniera en casos individuales en lugar de limitarse a elaborar políticas a largo plazo contra los abusos.
El Vaticano dijo que en una reunión de la comisión el sábado, “se resolvió que el señor Peter Saunders se tome licencia para estudiar la mejor manera de apoyar el trabajo de la comisión”.
La decisión significó un revés para los esfuerzos de Francisco de demostrar su intransigencia en materia de abusos, ya que la presencia de Saunders y la de otra sobreviviente, Marie Collins, daba credibilidad a la comisión.
En entrevista con la Associated Press, Saunders dijo que los miembros, con una abstención, le habían pedido que se apartara porque no podían confiar que seguiría trabajando dentro de los alcances del mandato de la comisión.
“No quiero obstaculizar el trabajo de la comisión, impedir que avance el buen trabajo de la comisión, por eso no tuve otra alternativa que apartarme”, dijo.
Añadió que la inacción del Vaticano ante nuevos casos de violación y abuso de menores “me hizo perder la fe en el proceso y perder la fe en el Papa Francisco”.
Con su partida, Collins queda como única sobreviviente de los abusos en la comisión creada en 2013 para asesorar al Vaticano sobre cómo proteger a los niños, educar a los empleados de las iglesias y párrocos en relación al abuso, y dejar fuera del sacerdocio a los pedófilos.
Collins dijo a la AP que era un “día triste” para la comisión. Reconoció las quejas de Saunders sobre la lentitud del trabajo, pero consideró que la misión seguía siendo importante.
“Es lento. No habrá cambios de la noche a la mañana, y eso es frustrante”, dijo Collins. “Pero si podemos modificar las normas y crear normas que se apliquen en el mundo para la seguridad de los niños en el futuro, vale la pena tomarse el tiempo necesario para hacerlo bien”.
La comisión se formó cuando grupos de víctimas preguntaron si el Papa argentino, que nunca había enfrentado un caso de abuso, comprendía la magnitud del problema. Pero el año pasado dio un gran paso cuando de forma exitosa propuso que el Vaticano creara un tribunal interno para conocer en los casos de arzobispos acusados de no proteger a sus feligreses.
La comisión había criticado duramente la decisión del Papa de designar al obispo Juan Barros a pesar de denuncias de que había protegido al pedófilo más conocido del país, el reverendo Juan Karadima.
Una víctima de Karadima, Juan Carlos Cruz, quiso hablar a la comisión el sábado en Roma, pero fue rechazado. Se había propuesto que Cruz integrara la comisión, pero correos publicados en la prensa chilena revelaron cómo la jerarquía eclesiástica del país impidió su nombramiento.
Cruz dijo que había traído una carta para ser entregada al Papa que estaba firmada por una veintena de legos de Osorno, Chile, para pedirle que reconsiderara el nombramiento del obispo Barros.
“Puede un obispo pastorear cuando ofende a su propio pueblo?” dice la carta. Pide al Papa que vea en su actitud “un acto de amor por la Iglesia”.