noviembre 22, 2024
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Alicia Caballero Galindo… entre letras y fotografías

febrero 8, 2016 | 565 vistas

Paola Ortega

Con motivo de nuestro 61 Aniversario entrevistamos a nuestra colaboradora Alicia Caballero Galindo, quien además de ser editorialista desde hace más de diez años, ha destacado como declamadora, fotógrafa, oradora, escritora y productora de un programa de radio sin fines de lucro. Conoce la vida de esta destacada victorense.

Su contacto con la literatura comienza desde muy pequeña ya que su padre era maestro y su madre amante de la literatura, por lo que se forma en un ambiente de cultura y libros “Mi mamá leía mucho, tenia una ortografía impecable y estudiaba paralelamente con mi papá. Mis padres fueron muy grandes, mi mamá tenía 41 años cuando nací y mi papá 55, lo que hizo que me educaran como un adulto chiquito”, señaló.

Sus primeros libros fueron de grandes cuentistas infantiles clásicos de la época y la poesía de los románticos como Pablo Neruda, Salvador Díaz Mirón y Gustavo Adolfo Becker; y a medida que fue creciendo, se fue incorporando a la literatura contemporánea de Eduardo Galeano, José Emilio Pacheco, Jorge Luis Borges, Sabines, Benedetti, entre otros.

Su amor por la docencia lo descubre en su niñez, por lo que ingresa a la Benemérita Escuela Normal Federalizada de Tamaulipas Número Uno y al día de hoy sigue ejerciendo su profesión sumando ya 48 años de servicio.

Es en el 2004 cuando se le presenta la oportunidad de trabajar en la Casa del Arte, lugar en donde asegura, surge ese “gusanito” de estar siempre escribiendo, “Tenía tiempo libre, el lugar es hermoso, mis alumnos estaban poco tiempo conmigo y comencé a escribir una novela en el 2005 y se publicó en 2007, paralelo a esto publicamos un libro de poesía didáctica que se llama Poesía formativa y algo más”, comenta la escritora.

En el mes de noviembre de 2005 Caballero Galindo comienza su ciclo como editorialista en El Diario de Ciudad Victoria con “Balcón del Pensamiento” y a los dos meses debuta en los temas políticos y sociales con “Voz ciudadana”, espacios que por más de diez años ininterrumpidos la ha mantenido en contacto con la gente.

“Actualmente me leen muchas personas pues a través de sus espacios digitalizados en Internet mi material está llegando a Argentina, hay una revista que se llama ‘Visión’ originaria de la ciudad de Rosario y de ahí se publican a nivel nacional editoriales de una servidora. A través de portales de Internet he llegado a Nueva York con ‘La voz latina de NY’, a Houston en un instituto literario y recientemente me requirieron en la ciudad de París”, señala.

 

ALICIA Y SUS ‘MIL VIDAS’

Al preguntarle a la maestra para quién escribe, ella asegura que la literatura es un universo de fantasía “Cuando abres la puerta a ese mundo, tenemos enfrente papel y pluma o la pantalla luminosa de la computadora y teclado, abres una puerta a un mundo fantástico en el que te conviertes en el intérprete de los sentimientos humanos, muchas veces con lo que escribes pueden decir ‘La maestra tendrá un amante, no esta satisfecha, sufre mucho’ y la verdad es que los que escribimos tenemos tantas vidas como queramos tener”, indica.

Sobre su estilo, la tamaulipeca asegura que siempre ha buscado un estilo propio, sin imitar a ninguno de sus escritores favoritos, lo que ha encontrado gracias a la diversidad de textos que ha leído a lo largo de los años.

Su opinión sobre la literatura en México es que existe mucho talento y poco apoyo “Yo te puedo decir que a la fecha puedo contar mas de doce libros de una servidora terminados nada más para publicarse y no he encontrado el respaldo para que se publiquen y como yo somos muchos. Hay muchos Sabines y hay muchos Jorge Luis Borges y muchos Benedettis pero hay muy pocos que tienen la relación y la manera de colarse y que su material sea publicado”.

 

ALICIA Y LA FOTOGRAFÍA

Desde los seis años, Alicia Caballero se comienza a interesar por la fotografía, “Mi padre era maestro de historia aquí en la Casa del Arte que funcionaba como la Escuela Normal y en los viajes que hacia con él recorríamos diferentes lugares del país; él como maestro me enseñó la historia llevándome a la ruta de la independencia, los encuentros revolucionarios y me contaba cómo había ocurrido, y a lo largo de los viajes llevaba mi camarita y capturaba el momento”, recuerda.

Es en la Casa del Arte con la maestra Rosa María Corona que comienza a aprender profesionalmente sobre esta actividad y así como Alicia fungía como su alumna, a su vez ella le enseñaba sobre la literatura, agregando que no tiene la técnica de la fotografía pero solo necesitas tener un buen ojo, encuadrar y disparar.

Por el momento, Alicia Caballero Galindo sigue tomando fotografías de la naturaleza o de cualquier momento que desea congelar con un “clic”’, continúa con su labor docente y se encuentra preparando un material que probablemente circule el ciclo escolar próximo sobre poesía escolar infantil y probablemente salga el poemario “Sortilegio” a través del ITCA.

Este texto solo describe un pequeño porcentaje de lo que ha logrado la distinguida victorense a lo largo de su vida, a quien seguramente le quedan “muchas vidas por vivir” a través de la literatura.

 

MEDIO SIGLO DE HISTORIA

 

Alicia Caballero Galindo

Medio siglo de historia

cabalgando en el tiempo y la noticia

llevando puntual al estado

el acontecer en el mundo.

Medio siglo de historia

cientos de manos que trabajan

de mentes que piensan

de plumas que diligentes plasman

los aconteceres cercanos y lejanos.

Medio siglo de esfuerzos sumados

en pos de la verdad

Todavía vibran en la memoria

las voces pregoneras que desde el alba

puntuales difundían los aconteceres.

Medio siglo de servicio y calidad

de evolución y progreso

incansables hombres y mujeres

recorriendo espacios en busca de información.

Plumas magistrales que plasman sus letras

en las páginas que, venciendo inclemencias

puntuales llevan en sus letras

corazones, arte y pensamientos de otros lares.

Medio siglo de historia

las manecillas del tiempo

han capturado en tus planas

miles de voces convertidas en tinta y letra

que se proliferan como palomas en el cielo.

Que tus incansables prensas jamás se detengan

y que la noticia cercana y lejana

siga suspendida por los tiempos

en tus ligeros pliegos, esparcidos

por tierra tamaulipeca.

 

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