abril 20, 2024
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febrero 8, 2016 | 139 vistas

Alfredo Guevara

El atraso que presentó el Gobierno federal para el pago de adeudos que tenía pendientes desde el 2015 en apoyo a los productores de Tamaulipas, que dio lugar al cierre de carreteras y otra serie de medidas ejercidas como presión, es producto de la situación económica que impera en el país, estableció Eduardo Espronceda Galindo.

El Presidente de la Federación de Propietarios Rurales recordó que el bajo precio en que se comercializa el barril de petróleo, sumado al incremento constante del dólar frente al peso mexicano y lo que implica el entorno internacional, de una u otra forma ha ocasionado un desbalance financiero al Gobierno de la República.

Afortunadamente, de los dos mil millones de pesos que se les debían a los productores por la comercialización de los productos en el 2015, es mínimo lo que está pendiente, pero existe la plena confianza de que en cuestión de días se finiquite para que la gente del campo no tenga pérdidas por el esfuerzo realizado.

“Lo que pasa en el entorno mundial ha ocasionado al Gobierno de la República problemas para enfrentar los compromisos que tiene con los agricultores y ganaderos de Tamaulipas, como posiblemente de otras partes del país, afortunadamente se va saliendo con ese pendiente y eso es una buena noticia para la gente del campo”, señaló.

Espronceda Galindo reveló que el mayor adeudo que se tenía era de productores de la zona norte de la entidad, producto de la comercialización de sorgo y maíz blanco, amarillo y en menor proporción en el sur, con productos como soya y cártamo.

El líder de los pequeños propietarios en Tamaulipas apuntó que en la zona sur el problema que tuvieron los campesinos fue la falta de humedad, dado que no se registraron importantes precipitaciones pluviales, pero que aun así recibieron el apoyo acordado con el Gobierno de la República por concepto de comercialización.

Recordó que en la zona norte fue lo más representativo, dado que ahí se sembró lo suficiente como para obtener más de 2.5 millones de toneladas de sorgo y poco más de 700 mil de maíz blanco y amarillo, lo que representó una de las mejores cosechas, de ahí que los productores tuvieran el apoyo por concepto de comercialización.

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