septiembre 27, 2024
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febrero 11, 2016 | 144 vistas

SPARTANBURG, South Carolina, E. U., febrero 10 (AP)

Enfrentando la mayor prueba de sus aspiraciones presidenciales, Marco Rubio prometió un enfoque más agresivo en lo que su equipo espera sea una larga batalla por la nominación que pudiera resultar en la necesidad de un acuerdo en la convención nacional.

“No necesito empezar esas peleas, pero si alguien inicia una en el futuro vamos a tener que resaltar las diferencias en nuestras trayectorias de forma más aguda”, les dijo Rubio a reporteros el miércoles a bordo de su vuelo fletado desde New Hampshire a South Carolina. “No pienso que tengamos más el lujo de cruzarnos de brazos y decir, ‘Mira, no quiero discutir con republicanos’”.

Los comentarios se producen luego de un decepcionante quinto puesto en las primarias en New Hampshire. El pobre resultado fue un reflejo, dijo, de un tropezón en el debate del sábado por la noche, que empujó a votantes indecisos a otros candidatos.

Y cuando cambia su atención a las primarias del 20 de febrero en South Carolina, el senador de 44 años quiere que los votantes sepan que ha aprendido una importante lección de su experiencia en New Hampshire. En lugar de evitar atacar a sus rivales republicanos en los debates, Rubio está preparado ahora para contraatacar cuando sea necesario — especialmente a Donald Trump, que marcha con ventaja.

“Los malo sobre Donald a corto plazo es que él no tiene políticas definidas”, dijo Rubio. “Él te dice lo que va a hacer, pero no cómo lo va a hacer. Una vez esta contienda se haga más apretada, va a sentir la presión”.

El resultado en New Hampshire destruyó cualquier impulso que llevaba Rubio tras las asambleas partidistas en Iowa y, por ahora, le deja en el caótico revoltijo del establishment del partido. Tanto el gobernador de Ohio John Kasich como el ex gobernador de Florida Jeb Bush superaron a Rubio en New Hampshire en la pelea sobre quién emerge como la alternativa el establishment a Trump y Ted Cruz.

El equipo de Rubio admite que el fracaso en New Hampshire extenderá la pelea por la nominación republicana por al menos tres meses.

“Pudiéramos tener que esperar hasta mayo o a la convención” en julio para tener un “nominado funcional”, dijo el jefe de la campaña de Rubio, Terry Sullivan, en una breve entrevista con The Associated Press. “Me sorprendería si esto no llega a mayo o a la convención”.

No ha habido una convención nacional disputada desde 1976, pero el Comité Nacional Republicano ya ha iniciado discusiones preliminares sobre la posibilidad de que ninguno de los candidatos consiga la mayoría necesaria de delegados en las primarias estatales.

Aun así no es para nada seguro que la candidatura de Rubio durará tanto.

Pese a su popularidad entre muchos líderes republicanos, el senador va a tener que comenzar a ganar pronto primarias para seguir en contienda, especialmente con Trump y Cruz logrando buenos resultados. Sintiendo esa debilidad, republicanos y demócratas por igual han comenzado a cuestionar la viabilidad de Rubio a largo plazo.

“Él obviamente va a tener que salir bien en South Carolina o le va a costar trabajo continuar”, dijo Steve Duprey, un miembro del Comité Nacional Republicano de New Hampshire. “Pienso que puede hacerlo”.

 

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