CIUDAD DE MÉXICO, febrero 16 (Notimex)
El Papa Francisco agradeció a las personas reunidas fuera de la nunciatura apostólica por las varias horas que han pasado en ese lugar para saludarlo y llamó a los enfermos a confiar siempre en Dios.
Al tomar el micrófono declaró: “Les agradezco la gentileza de esperarme ¿cuántas horas hace que esperan aquí” Que Dios les pague eso, les retribuya ese cariño”.
“Y a los enfermos, que los asista, los fortalezca, los cure, lo que sea mejor. Pero sepan que Jesús siempre está al lado de ustedes, siempre ¡eh! Jesús ayuda a llevar nuestros dolores porque él aprendió eso cuando ese señor cireneo lo ayudó a llevar su cruz”, comentó.
“Entonces, como aprendió la lección, lo hace con nosotros, confiemos siempre en eso. Les agradezco mucho y les pido también que recen siempre por mí, que lo necesito”, tras lo cual invitó a rezar a la Virgen de Guadalupe un Avemaría.
Luego bendijo a todos en nombre de Dios y les deseó “que pasen muy buenas noches, que descansen”.
De camino hacia la sede diplomática recogió los anteojos que se le cayeron a una persona en silla de ruedas, se los devolvió, bendijo a varias personas más, sobre todo enfermos que estaban a un lado de las puertas de entrada a nunciatura, y entró.
Pasaron aproximadamente ocho minutos después de que se bajó del automóvil en los que besó y saludó a las personas frente a la sede diplomática.
Un agente de seguridad que recogió un regalo que estiraba una niña detrás de la valla sonrió cuando la pequeña le regañó; “eso no es para ti, es para el Papa”, por lo que regresó el obsequio para que la infante pudiera entregarlo a su querido Francisco.