“Esta relación de amistad entre san Juan Pablo II y esta filósofa la conocía desde cuando estaba en Buenos Aires. Era una cosa que se sabía, incluso por sus libros. El era un hombre inquieto”, señaló el pontífice hablando con los periodistas a bordo del avión papal.
Durante el vuelo que lo condujo de Ciudad Juárez a Roma, tras su visita apostólica de cinco días a México, Jorge Mario Bergoglio respondió a las especulaciones mediáticas en torno a ese carteo y a la “intensa relación” entre Wojtyla y Tymieniecka.
No solo minimizó la naturaleza más profunda de ese vínculo, también advirtió que si un hombre no sabe tener una buena relación de amistad con una mujer “le falta algo”. Y aseguró que los misóginos son enfermos.
“El Papa es un hombre, tiene necesidad incluso del pensamiento de las mujeres y también el Papa tiene un corazón que puede tener una amistad sana con una mujer”, insistió.
Reveló que a él mismo, cuando pide un consejo a un colaborador o amigo, le gusta también escuchar el parecer de una mujer, porque ellas “dan tanta riqueza” y “miran las cosas de otro modo”.
“Me gusta decir que la mujer es la que construye la vida en el vientre. Y tiene este carisma, de darte cosas para construir. Una amistad con una mujer no es pecado. Una relación amorosa con una mujer que no sea tu mujer es pecado”, afirmó.
Recordó que existen santos que fueron amigos como Francisco y Clara (de Asís), Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. “No hay que asustarse”, recomendó.
“Pero las mujeres todavía no están bien consideradas en la Iglesia. No hemos entendido el bien que una mujer puede hacer a la vida del cura y de la Iglesia, en un sentido de consejo, de ayuda, de sana amistad”, apuntó.