diciembre 13, 2024
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febrero 22, 2016 | 159 vistas

CIUDAD DE MÉXICO

Las muertes por sobredosis de narcóticos ensombrecen el mundo de la música electrónica, al grado de que en ciudades como Los Ángeles se busca prohibir la realización de festivales y fiestas del género.

Sin embargo, Pasquale Rotella, fundador de la empresa Insomniac y de la fiesta Electric Daisy Carnival (EDC), platicó que todo está listo para que el próximo sábado y domingo se lleve a cabo la tercera edición del encuentro musical en nuestro país.

“Esta decisión no resolvería el consumo de drogas en los jóvenes. En Insomniac (empresa que organiza el EDC) nos encargamos de que la gente esté completamente segura. Por eso contamos con el mejor personal de seguridad y médicos, para que estén en un lugar seguro y supervisado.

“Sin embargo, esperamos que la gente realmente sea autorresponsable”, platicó el empresario, quien es marido de la modelo y ex playmate Holly Madison.

El año pasado dos mujeres de 18 y 19 años murieron a causa de una sobredosis consumida durante la primer jornada del festival Hard Summer Music Festival, en Pomona, California, donde tocaron The Chemical Brothers, Dillon Francis y Porter Robinson, evento organizado por Live Nation.

Esto provocó que las autoridades del condado revivieran tragedias que han manchado la historia del EDC, ejemplos que utilizaron para proponer la prohibición de este tipo de eventos en su territorio, iniciativa que se sigue analizando.

En 2010, tres años después de su fundación, EDC registró el deceso de Sasha Rodríguez por consumo de MDMA (anfetamina), 60 arrestos, la mayoría con relación a sustancias ilegales, y más de 200 emergencias médicas.

Un año después la edición en Dallas arrojó un muerto y decenas de hospitalizados, de acuerdo con el Dallas Observer.

Las Vegas ha sido el lugar más afectado pues, de 2012 a la fecha, cinco decesos han salido a la luz por la misma causa.

“¿Esto sigue siendo un estigma? Sí, incluso antes de que empezáramos el EDC prevalecían los ataques contra este tipo de música. Ahora estamos concentrados en tener bien cubiertas (las emergencias) de la mejor manera posible y de que el público se divierta de forma segura.

Esta concepción que se tiene de prohibir los espectáculos es para ciertas locaciones y lugares como The Memorial Coliseum o el Fairplex de Pomona.

“El mayor problema de Los Ángeles es que no tienen lugares lo suficientemente grandes para acomodar el EDC, junto con toda la logística que implica un evento de esa magnitud. Decidimos tomarnos un tiempo. No estoy ignorando el estigma o el reto que implica su organización, yo también estoy enojado de que no aprueben esta música por ahora, pero espero que pronto se acomoden las cosas otra vez”, aseguró.

Rotella, quien organizó su primer rave en 1992, agregó que este problema con las drogas data de hace más de dos décadas cuando los almacenes eran adaptados para albergar estos eventos calificados como clandestinos.

Ejemplificó con cinco amigos que perdieron la vida en situaciones ajenas a un festival.

“Espero que los políticos y los medios de comunicación no den la espalda a un movimiento cultural que está prosperando y trae tanta felicidad a una generación que, francamente, necesita un ambiente donde puedan sentirse amado y aceptado. La mayoría sólo quieren sana interacción con sus pares. Yo sé que si no tuviera acceso a esta comunidad mientras crecía, mi vida habría dado un gran giro diferente”, aseguró.

 

DECISIÓN PROPIA

Solarstone, DJ y productor británico perteneciente a la corriente del trance, quien se presentará en el EDC que se realizará el 27 y 28 de febrero en la Curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez, sostuvo los argumentos de Rotella y envió un mensaje al público que lo sigue.

“Creo que el tema del abuso de las drogas data de la época de la música disco, en los 70s, donde todos consumían cocaína; una década después el hit era el éxtasis y hongos alucinógenos. El problema de la actualidad es que la gente no sabe cuándo parar de consumir, creen que se animan los unos a los otros por la cantidad de cosas que ingieren.

“Si ellos quieren tomar drogas para disfrutar la música no tengo ningún problema, sólo creo que necesitan preocuparse por ellos, asegurarse de que estén bien y no tener estúpidas competencias a ver quién toma más pastillas o inhala más cocaína. Sólo sean conscientes de la situación. No necesitan tomar algo para disfrutar la buena música”, platicó vía telefónica desde Reino Unido.

 

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