CIUDAD DE MÉXICO, febrero 23 (Agencias)
La primera jornada de la edición 57 del Festival Viña del Mar no deparó en entregar sus preseas. La Quinta Vergara derrochó romanticismo en la primera de seis jornadas donde el primero en cantar fue Marco Antonio Solís, poniendo en alto el nombre de México.
Su aparición tuvo lugar a las 22:23 horas en un escenario con tonos azules, techo curvado y a su alrededor una gran tecnología. Junto a una orquesta de más de 40 músicos y cuatro bailarinas que lo acompañaron hizo una introducción para abrir su repertorio con “Sin pensarlo”, haciendo una reverencia al término de cada tema.
Con un traje negro y camisa blanca se entregó al público que levantó letreros. Así pasó “Cuando te acuerdes de mí”, para darse un tiempo de saludar.
“Muy buenas noches Viña, gracias a Dios por esta hermosa oportunidad y a ustedes por su apoyo y cariño, a los que nos están viendo desde la televisión un abrazo. Hay mucho que decir cantando, se vale llorar, cantar, de todo en una noche de expresión. Este recinto es para decir lo que sentimos porque es lo más importante, lo que hay en nuestro corazón”, dijo antes de “Si te pudiera mentir”.
De pronto sacó su sombrero y llegó el momento de bailar al ritmo de “Morenita” y confesó que sigue enamorado de su esposa, quien estuvo presente, en “La venia bendita”.
En algún momento incluso se acercó a Ismael Cala, quien es parte del jurado, para saludarlo al considerarlo un gran y culto ser humano.
“Hay canciones más profundas que son necesarias en nuestras vidas, toda la música es necesaria. Esta canción la quiero dedicar a mi público fiel de la tercera edad que está por acá con amor y los deseos que les haga bien en el corazón”, expresó para dar pie a “Dónde estará mi primavera” y recibir un oso de peluche de regalo.
En varias ocasiones dejó cantar a los asistentes, pero uno de esos momentos fue cuando se puso la guitarra y tocó los acordes de “Tu cárcel”.
“En nuestros días pasan situaciones que a veces no alcanzamos a entender, hay muchas problemáticas en nuestro mundo sobre todo en estos tiempos, pero siempre es más importante pedirle a Dios que nos dé un poco de sabiduría para entender o para estar fuertes ante tantas cosas que suceden. Algo de eso son las separaciones, el rompimiento siempre es difícil y algo que tenemos que aprender es a saber decir adiós perdonando con fortaleza y gratitud”.
La parte final de su show se vislumbraba con “A que me quedo contigo” y como los ámbitos ya entraban en calor se quitó el saco y entonó canciones como “O me voy o te vas”, “Sigue sin mi” o con la bandera chilena en el cuello honrar al país con “Yo vendo unos ojos negros” para ser interrumpido por los conductores Rafael Araneda y Carolina de Moras para darle su Gaviota de plata.
El espectáculo siguió cuando bromeó lo caro de traer un invitado y poner a Enrique Iglesias en las pantallas para “Perdedor”, posteriormente recibir la aclamada Gaviota de oro y agradecer en el festejo de cuarenta años de carrera al brindar ante el júbilo y las peticiones dos temas más: “Si no te hubieras ido” y “Más que tu amigo” cerrando a las 00:00 horas. Después de un poco de humor y sus concursos el encargado de cerrar la noche fue Ricardo Montaner.