BAGDAD, Irak, febrero 29 (AP)
Un atacante suicida hizo detonar sus explosivos en medio de una procesión fúnebre el lunes al norte de Bagdad, matando a 38 personas, entre ellas el líder de una milicia chií, informaron las autoridades. Entre los fallecidos estaba el comandante de la Asaib Ahl al-Haq, una poderosa milicia chií integrante de las oficialistas Fuerzas de Movilización Popular que están a cargo de la seguridad de esa área.
Otras 58 personas resultaron heridas en el atentado en Muqdadiya, a unos 90 kilómetros (60 millas) al norte de la capital, dijeron funcionarios de las fuerzas de seguridad y de servicios médicos.
El grupo Estado Islámico detonó una bomba en un café frecuentado por milicianos en Muqdadiya en enero, matando a 32 personas y desatando una ola de ataques de venganza contra mezquitas y civiles sunís. Human Rights Watch atribuye esa ola de ataques a unidades adscritas a las Fuerzas de Movilización Popular.
El grupo también se adjudicó el atentado del lunes según un comunicado colocado en Internet poco después. El domingo, un atentado doble que mató a 73 personas en Bagdad también fue reivindicado por esa agrupación.
El estallido inicial ocurrió en medio de un concurrido mercado en el distrito chií de Ciudad Sadr. Entonces otro atacante suicida detonó sus explosivos en medio de la multitud que acudió a ayudar a las víctimas. Dos fuentes policiales dijeron que 112 personas siguen hospitalizadas.
Los atentados del domingo conformaron el suceso más sangriento en la capital iraquí desde hace varios meses, despertando temores de que el EI prefiere atacar a civiles ahora que está sufriendo pérdidas en el campo de batalla.
El EI aún controla gran parte del norte y oeste de Irak, pero ha sido expulsado de algunas zonas en meses recientes. Por ejemplo el grupo conquistó Ramadi el año pasado pero ahora el gobierno la declaró «totalmente liberada».