SEÚL, Corea del Sur, marzo 3 (Notimex)
El ejército de Corea del Norte disparó la madrugada de este jueves seis proyectiles de corto alcance al mar de Japón, en claro desafío al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que impuso severas sanciones a ese país.
El lanzamiento de misiles se llevó a cabo horas después de que el Consejo de Seguridad autorizó, con el respaldo del mayor aliado de Corea del Norte, China, una serie de sanciones en contra del régimen del líder Kim Jong-un.
Según medios de Corea del sur, los proyectiles ascendieron unos 150 kilómetros antes de caer al mar del este (mar de Japón) y no parecían tener un objetivo específico.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, los lanzamientos se efectuaron desde la ciudad portuaria norcoreana de Wonsan alrededor de las 10:00 horas locales (01:00 GMT), indicó la agencia de noticias Yonhap.
Moon Sang-Kyun, vocero de dicho ministerio, informó que personal de inteligencia de Corea del Sur investiga los lanzamientos, mientras el ejército se mantiene alerta.
Las fuerzas armadas surcoreanas han intensificado su vigilancia sobre los movimientos del Ejército norcoreano y han reforzado sus posiciones defensivas.
Los observadores aseguran que es probable que se incrementen las tensiones en la península coreana después de las sanciones, que fueron impuestas en respuesta a la prueba nuclear que Corea del Norte realizó el seis de enero y al lanzamiento de un cohete el siete de febrero.
Pyongyang realiza pruebas balísticas de forma rutinaria, aumentando sus acciones militares cuando la comunidad internacional condena alguna acción del régimen comunista, ya sea a través de resoluciones de la ONU o maniobras militares conjuntas entre Estados Unidos y Corea del Sur en la región.
La víspera, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad la serie de sanciones más severas de las últimas dos décadas en contra de Corea del Norte, como consecuencia de los ensayos nucleares y balísticos realizados por el régimen de Pyongyang.
Las sanciones buscan evitar que Corea del Norte logre recabar fondos, importe tecnología y adquiera los conocimientos necesarios para continuar con sus programas balísticos y de armamentos nucleares.
La resolución incluye la obligación de los estados de revisar todas los cargamentos, tanto por aire, tierra y mar, que entren y que salgan hacia Corea del Norte, a fin de evitar el contrabando de cualquier insumo que pudiera contribuir a sus programas de armas.
El documento prohíbe además la transferencia de combustible para aviones, salvo para casos de necesidades humanitarias, además de que establece la obligación internacional de terminar con todos las relaciones bancarias con instituciones financieras norcoreanas.
La resolución endurece también la transferencia de armas a Corea del Norte, y prohíbe el entrenamiento militar o policiaco de ciudadanos norcoreanos en el exterior, así como su educación en áreas que pudieran contribuir al desarrollo de sus programas de armamento.
El documento, propuesto por Estados Unidos, tiene la intención de presionar al régimen de Pyongyang para que regrese a la mesa de negociaciones, a fin de desmantelar de manera completa y verificable su programa nuclear y sus esfuerzos por construir armas de destrucción masiva.
