HILA, Irak (AP) — Un atacante suicida estrelló un camión de combustible cargado con explosivos contra un control de seguridad al sur de Bagdad el domingo, matando al menos a 47 personas y dejando heridas a decenas más, informaron las autoridades iraquíes.
Se trata del tercer ataque masivo dentro y alrededor de la capital de Irak en poco menos de una semana. Aunque nadie se atribuyó en un primer momento la autoría del atentado, parece ser responsabilidad del Estado Islámico. El grupo extremista y otras milicias suníes suelen emplear autos bombas y atentados suicidas para atacar zonas públicas y edificios del gobierno, en un intento de socavar la confianza en el gobierno chií en Bagdad.
Muchas personas llegaron al lugar a levantar escombros y partes de autos retorcidas para buscar sobrevivientes. Había humo saliendo de carros que estaban formados en el principal punto de control de Hila, ciudad localizada a 95 kilómetros (60 millas) al sur de Bagdad.
«La explosión destruyó por completo el puesto de control y sus edificios», dijo Falah al-Khafaji, funcionario local de seguridad. «Más de 100 carros fueron dañados».
Por lo menos 39 de los muertos eran civiles y los otros eran agentes de seguridad. El ataque se produjo poco después del mediodía, cuando el punto de control estaba abarrotado de vehículos, indicó un agente de policía. Hasta 65 personas resultaron heridas, añadió.
Una fuente médica confirmó las cifras de bajas. Las dos fuentes hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a revelar información.
Irak ha experimentado un repunte de la violencia en el último mes, con atentados suicidas dentro y fuera de Bagdad en los que han muerto más de 170 personas y han sido reivindicados por el Estado Islámico.
Los atentados siguen a una serie de avances de las fuerzas iraquíes respaldadas con bombardeos de una coalición encabezada por Estados Unidos en localidades como Ramadi, que el mes pasado fue declarada «liberada» de los islamistas.
El Estado Islámico todavía controla grandes franjas de Irak y la vecina Siria y ha declarado un «califato» islámico en los territorios que controla. El grupo extremista ocupó Mosul, la segunda ciudad de Irak, y Faluya, 65 kilómetros (40 millas) al oeste de Bagdad.
Al menos 670 iraquíes murieron el mes pasado debido a la violencia, dos terceras partes del total eran civiles, de acuerdo con cifras de la ONU.
