En fecha reciente ha desaparecido una importante pieza histórica que se localizaba en uno de los barrios de la ciudad de Tula, de la cual hasta el momento no se tiene una versión oficial sobre su paradero. Se trata de la única plaza que señalaba la localización de uno de los barrios tradicionales que comprendían formalmente a esta población en el pasado (como los barrios del Jicote, Cantarranas, Cerro del Aire, Divisadero y otros), y que específicamente se refiere al llamado “Barrio de la Independencia”, la que había sido colocada el año de 1839 en la esquina de un inmueble, ahora ubicado en las calles Juan Álvarez y Paredes.
El caso es que hace unos días, según se informa, un automovilista alcoholizado chocó contra el muro de adobe en el que estaba empotrada dicha placa, provocando su caída, aunque al parecer no su destrucción, ya que está hecha de piedra tallada, con un adorno triangular de tipo masónico. Y si bien pudo haber tenido algún daño, es posible su reparación, debido al tipo de material en que está labrada dicha placa. El problema es que hasta el momento no ha habido un informe público a la sociedad por parte de las autoridades locales que tomaron conocimiento de los hechos, y menos aún de parte de la autoridad federal competente por ley de los monumentos históricos de la nación, que para este momento ya debería haber iniciado una investigación para deslindar responsabilidades y dar con el paradero de la pieza, que es una valiosa joya del patrimonio histórico de Tamaulipas, que bien podría exhibirse en el Museo Regional de la entidad o en un futuro museo en Tula.
Lo anterior es completamente paradójico, ya que mientras se hacen importantes inversiones para darle porte al casco antiguo de Tula, invirtiéndose cuantiosos recursos en infraestructura moderna, se descuidan las verdaderas joyas históricas que se conservan en la ciudad, como lo es la placa del Barrio de la Independencia, de la que hasta este momento nadie sabe de su paradero.
