octubre 11, 2024
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marzo 9, 2016 | 135 vistas

RÍO DE JANEIRO, Brasil, marzo 8 (Notimex)

Autoridades brasileñas han expresado su temor de que las manifestaciones del próximo domingo contra el gobierno puedan desembocar en choques violentos con militantes defensores del ex presidente Luiz Inacio Lula da Silva.

Fuentes de la presidencia brasileña habrían pedido al propio Partido de los Trabajadores (PT) y a sus diputados que no llamaran a los militantes a protestar el próximo domingo, en lo que sería la quinta manifestación para pedir el juicio político de Dilma Rousseff desde que la presidenta fue reelegida.

La mandataria señaló este martes que el país necesita “diálogo, comprensión y unidad”, además de que pidió paz social para sacar al país de la profunda crisis económica en la que se encuentra sumido.

“La tolerancia y la paz en una sociedad son algo muy importante”, señaló Rousseff, quien recordó que “los gobiernos necesitan paz para poder tener las condiciones de enfrentar una crisis y retomar el crecimiento”.

Lula -interrogado el pasado viernes por la policía- y el presidente del PT, Rui Falcao, evocaron, sin embargo, la necesidad de movilizar a los militantes para defenderse de las actuaciones de la justicia y la policía, que calificaron de “espectáculo mediático”.

En un ambiente de tensión, preocupa en Brasil que se produzcan actos violentos entre detractores y defensores de la figura de Lula, como ya sucedió en la puerta de la residencia del ex mandatario el pasado viernes, cuando fue llevado a declarar.

En una nota publicada este martes por la prensa local, el Ejército brasileño dijo que presta “mucha atención a la evolución de la crisis política judicial”, y aseguró que el papel de las Fuerzas Armadas será de “búsqueda de la conservación del orden público”.

El general Eduardo Villas Boas, comandante del Ejército brasileño, envió un mensaje a los oficiales de la reserva la semana pasada en el que subraya que la “manutención de la paz social y el esfuerzo para evitar la desagregación del Estado deben ser objetivos de toda la sociedad brasileña”.

El juez del Supremo Tribunal Federal (STF), Marco Aurélio Mello, también se pronunció este martes al respecto, e instó a evitar que los manifestantes salgan a las calles el mismo día.

“Vamos a evitar lo peor. Son fuerzas antagónicas. Las manifestaciones deben celebrarse, porque estamos en un Estado democrático de derecho. Pero que cada uno tenga su día. No interesa al pueblo brasileño el conflicto”, dijo Mello, quien expresó que teme que se produzcan incluso víctimas mortales en las protestas.

“Recelo de un conflicto. Recelo incluso del surgimiento de un cadáver”, aseveró.

El gobernador del estado de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, dijo este martes que no permitirá que el próximo domingo se manifiesten en el centro de la ciudad los sectores pro-Lula.

Indicó que el objetivo es evitar enfrentamientos en la urbe con mayor sentimiento antigubernamental del país y donde hasta un millón de personas ya salieron para pedir la caída del gobierno del PT de Rousseff.

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