Rogelio Rodríguez Mendoza
A pesar de la situación de inseguridad pública, la playa de Matamoros recibirá al menos cien mil visitantes durante la próxima Semana Santa, aseguró el diputado local, Juan Patiño Cruz.
Dijo que el año pasado la Semana Santa ocurrió en momentos de mayor crisis delincuencial que la de ahora, y sin embargo se batieron récords de turismo.
“Estoy seguro de que la inseguridad no desanimará a los visitantes, porque la gente ya se acostumbró a convivir con la situación. Además tuvimos un invierno muy benévolo, lo que significa que tendremos un verano con mucho calor, lo cual hará más atractivo asistir a una playa”, indicó.
El legislador del PAN dijo que otro factor que atrae turismo a Matamoros, es que se trata de un destino muy económico y está cerca de polos de atracción como su vecindad con Estados Unidos.
Lamentó que los tamaulipecos nos estemos acostumbrados a vivir con la inseguridad, porque la aspiración de cualquier ser humano es tener un entorno donde pueda desarrollarse plenamente, sin ningún riesgo.
Como ejemplo de que la gente está acostumbrándose a convivir con la violencia, recordó que cuando anduvo en campaña para la diputación las personas se quejaban de la falta de empleo pero no de la delincuencia.
“Por eso insisto en que las personas van a acudir a la playa, independientemente de los avisos de alerta. Vamos a tener una gran afluencia turística”, indicó.
Además de ello, dijo, Matamoros ha sido uno de los municipios que en las últimas semanas ha tenido menos problemas de inseguridad pública.
Respecto a la quema de tres aulas en una institución educativa de Matamoros por parte, presuntamente del crimen organizado, el legislador panista argumentó que “yo no estaba en la ciudad y no acostumbro a hablar de algo que no conozco. No lo he hecho nunca y no lo voy a hacer ahora”.
Reaccionó molesto cuando se le dijo que la alcaldesa Leticia Salazar se ha quejado de la inseguridad pública y la falta de apoyo de la Federación, y en cambio él sostiene que Matamoros es uno de los municipios más tranquilos.
“No quieras amarrar navajas”, reclamó enfadado.
