WASHINGTON, Estados Unidos, marzo 18 (AP).- El gobierno estadounidense intensifica abiertamente sus esfuerzos para encontrar y deportar a las personas que entraron de forma ilegal al país en 2014, durante una oleada de cruces de menores no acompañados y familias procedentes mayormente de Honduras, Guatemala y El Salvador.
Esta iniciativa sigue a casi dos años de advertencias de que los inmigrantes que no fuesen autorizados a quedarse en Estados Unidos serían devueltos a sus países. Y se produce en un momento en que los aspirantes a la nominación presidencial del Partido Republicano presionan para que se tomen medidas más firmes en materia de inmigración
Responsables de Seguridad Nacional siguen de cerca lo que sucede en la frontera desde que más de 68 mil menores no acompañados por adultos y una cantidad similar de familias fueran pilladas ingresando al país de forma ilegal en 2014. La decisión de reforzar los controles para contener el flujo de menores y de familias se produjo en medio de una nueva oleada de llegadas de este tipo de migrantes.
Iniciativas anteriores para frenar los cruces ilegales parecieron funcionar inicialmente, ya que el número de niños y familias que accedieron por esta vía a suelo estadounidense bajó alrededor de un 40 por ciento entre 2014 y 2015. Pero la cifra volvió a crecer en el segundo semestre del año pasado. Al mismo tiempo, los tribunales designados para atender casos migratorios sufrieron un retraso de más de 474 mil casos de menores migrantes que viajaban solos.
Ahora, el gobierno de Barack Obama está resaltando sus esfuerzos para encontrar y deportar a las familias y a aquellos menores que ahora son adultos para devolverlos a casa. El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, destacó el trabajo de su departamento con las deportaciones.
Uno de aquellos niños no acompañados que ahora son mayores de edad y están buscados por el servicio de inmigración es Wildin David Guillén Acosta, de 19 años. Llegó a Estados Unidos desde Honduras viajando en autobús, auto y a pie después de que un miembro de una pandilla amenazase con matarlo.
“No salía por la noche. Él me llamaba y decía: ‘Te voy a matar, te voy a matar’”, dijo Acosta. “Se lo conté a mi madre y ella me dijo que viniese a Estados Unidos”.
Acosta, que habló desde un centro de detención de migrantes en una zona rural de Georgia, dice tener miedo de regresar a su país.
“Tengo miedo, no quiero regresar. Hay mucha violencia, mucha muerte”, manifestó. “Te matan por un teléfono, ¿cómo es posible?”.
Su madre, Dilsia Acosta, dijo que su hijo llegó a Estados Unidos en junio de 2014, en el punto álgido de la oleada de niños migrantes que entraron al país. Su padre, Héctor Guillén, llegó al país también de forma ilegal en 2005, y su madre hizo lo mismo en 2013. Wildin Acosta fue arrestado en enero después de que un juez dictaminase que debía ser deportado.
Wildin Acosta, que desde su llegada a North Carolina iba a la escuela y trabajaba, espera ahora obtener asilo. Pero las perspectivas no son buenas en vista de que tiene una orden de deportación pendiente.
Defensores de los derechos de los migrantes se han unido en torno al caso de Wildin Acosta y otros y presionan al gobierno para que reconsidere su política.
Pero el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (conocido por sus siglas en inglés, ICE) no da marcha atrás.
Desde octubre, más de 800 migrantes que llegaron al país como menores no acompañados han sido devueltos a sus naciones de origen, según las estadísticas del departamento. Otros en esta situación y con órdenes de deportación pendientes fueron detenidos con miras a su expulsión de suelo estadounidense.
El director de operaciones de deportación del ICE Tom Homan declaró ante el Congreso en febrero que sus agentes llevan a cabo una intensa campaña de persecución de jóvenes que vinieron solos siendo menores y de familias.
“Tenemos miles de casos (de menores no acompañados) con órdenes de deportación emitidas por los tribunales de inmigración, algunas de ellas en ausencia, otras en persona, y estamos trabajando en esos casos”, expresó. “Tengo 129 equipos abocados a esas tareas todos los días”.
Se emitieron órdenes de deportación para unos diez mil menores no acompañados desde el 2014, pero aproximadamente el 87 por ciento en ausencia, según cifras del Departamento de justicia.
A principios de enero, el Departamento de Seguridad Interior comenzó a buscar familias a las que no se les había concedido permiso para permanecer en el país y el ICE anunció la detención de 121 personas, más de la mitad de las cuales han sido enviadas de vuelta a sus países.
Johnson sostuvo que las deportaciones no deberían sorprender a nadie ya que a fines del 2014 había dicho que se iba a combatir firmemente los nuevos ingresos ilegales.
“No tenemos, y no podemos tener, una frontera abierta. Hay que vigilarla”, declaró a la AP. “¿Es agradable tomar medidas contra familias? No, claro que no. A nivel personal, lo admito”.
“Pero hay que hacer cumplir las leyes”, agregó.
Los arrestos han causado profundo malestar entre los defensores de los inmigrantes y entre demócratas que aducen que es peligroso enviar de vuelta a jóvenes y familias que pueden enfrentar numerosos riesgos y la pobreza en América Central.
La campaña de deportaciones, por otro lado, crea situaciones incómodas a los aspirantes a la nominación presidencial demócrata Hillary Clinton y Bernie Sanders, quienes procuran el voto hispano.
Los dos condenaron en enero la detención de familias y prometieron ser más comprensivos de llegar a la presidencia.
Kevin Appleby, director de políticas de migración internacional del Centro para Estudios de la Migración, dijo que el gobierno “se encuentra en una situación difícil”.
“Antes de empezar a deportar a menores no acompañados a raudales tienen que arreglar el sistema legal para que estos chicos tengan la oportunidad de pelear por permanecer en el país”, expresó.
Johnson dijo que simplemente acata las prioridades de su departamento.
“No podemos tener una política en la que si vienes y no satisfaces los requisitos para recibir asilo u otro tipo de beneficio, y se ordena que seas deportado, se te permita permanecer aquí”, señaló.