BEIRUT, Líbano, marzo 19 (AP)
Bombardeos aéreos lanzados el sábado contra la capital de facto del grupo Estado Islámico mataron a por lo menos 39 personas. En los ataques contra la ciudad de Raqqa, en el norte de Siria, también hubo muchos heridos más, al intensificarse la ofensiva contra la ciudad que ha estado en poder de los extremistas desde 2013.
No quedó claro de inmediato de qué país eran los aviones que arrojaron las bombas, pero ese tipo de confusión es común tras este tipo de ataque aéreo.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, cuya sede está en Londres, dijo que 39 personas murieron –entre ellas cinco niños y siete mujeres– cuando las bombas cayeron sobre la ciudad.
El grupo anti-Estado Islámico que se hace llamar “Raqqa está siendo masacrada en silencio”, dijo que las bombas fueron arrojadas por aviones rusos y que mataron a 43 civiles y dejaron heridas a otras 50 personas.
Otro grupo activista sobre Siria, Comités de Coordinación Local, dijo que los bombardeos fueron obra de aviones sirios y que dejaron decenas de muertos y heridos.
Las tres agrupaciones coincidieron en que las bombas cayeron cerca del hospital nacional, una antigua base del ejército y otros vecindarios.
Rusia ha estado realizando ataques aéreos en Siria desde el 30 de septiembre aunque esta semana anunció que reduciría su presencia militar en el país árabe con el fin de facilitar el proceso de paz que se lleva a cabo en Ginebra.
El jueves, el presidente ruso Vladimir Putin dijo que mantendrá suficientes fuerzas en Siria para continuar la lucha contra el grupo Estado Islámico, el Frente Nusra y otras organizaciones extremistas.
El grupo Estado Islámico no está incluido en la tregua que fue mediada por Estados Unidos y Rusia y que entró en efecto el 27 de febrero.
Los bombardeos surgen en momentos en que el grupo extremista ha perdido gran parte de su territorio en el norte de Siria, inclusive en la provincia de Raqqa, en batallas contra las Fuerzas Curdas Democráticas de Siria, un grupo respaldado por Estados Unidos.
Al sur, tropas sirias están en la ofensiva en un intento por capturar la antigua ciudad de Palmira, que ha estado ocupada por los milicianos del grupo miliciano desde mayo.