CANNES, marzo 19 (Agencias)
¿Alguna vez ha pensado en matar a alguien, como lo han hecho recurrentemente algunos de sus personajes?, se le pregunta a Woody Allen en medio de la siempre concurrida sala de conferencias del Festival de Cannes.
Antes de que el genio de Manhattan pueda decir algo, las carcajadas de los más de 200 medios internacionales inundan el lugar y tras detenerse, un silencio precede a la respuesta de Allen, quien en mayo pasado presentó fuera de competencia –como siempre lo solicita su más reciente trabajo cinematográfico, Un hombre irracional (Irrational Man), que este fin de semana llega a la cartelera mexicana.
“Lo pensé incluso mientras hablabas”, responde con humor el cineasta, que continúa un impresionante ritmo de producción que desde hace décadas, le permite estrenar un largometraje cada año, además de escribir sus guiones y programar fechas para tocar el clarinete en su amada Nueva York.
El filme, protagonizado por Emma Stone, Joaquin Phoenix y Parker Posey, narra la historia de Abe, un profesor de filosofía mujeriego, alcohólico y cínico que un día descubre un nuevo motivo en su vida: una guapa y peculiar estudiante de nombre Jill, quien también le traerá los problemas de los que ha estado escapando durante toda su vida.
“Creo que en la vida de todos hay momentos en los que de repente te das cuenta que ciertas cosas pueden pasar si tomas tal o cual decisión.
“En la película, lo que el personaje de Abe decide es irracional y eso lo acerca a las decisiones que tomamos a diario, porque la gente necesita cosas en las cuales creer, como en las religiones”, expresó el cineasta que ha brindado clásicos al cine como Annie Hall, Hanna y sus hermanas y Manhattan, por mencionar apenas un puñado.
Abe se meterá en varios problemas de los que ha estado escapando durante toda su vida, entre ellos un asesinato.
Allen aseguró que el público está interesado en ver a personajes que enfrentan diversas y complejas crisis morales, tal y como ha sucedido en la historia de la literatura y el teatro, y que se puede constatar con los clásicos.
“Las novelas, las películas y las obras de teatro están llenas de este tipo de conflictos y el público lo que busca es ver a la audiencia con crisis morales, con dudas y tomando decisiones irracionales, como tener un amante o matar a alguien.
“Esto es tan antiguo como el teatro griego o las obras de Shakespeare y el centro dramático de cualquier obra hoy”.
Sobre su relación con sus actores, precisó que es “estrictamente profesional” y que prácticamente no vuelve a saber de ellos, aunque alguno gane el Oscar por una de sus películas, como sucedió con Cate Blanchett por Jazmín azul.
“No he hablado o visto a Cate desde esa película. La gente va por caminos separados después de una película y todo es muy profesional”, apuntó.
Emma Stone, que se convierte en la inspiración y perdición del protagonista de Un hombre irracional, se mostró emocionada por volver a filmar bajo las órdenes de Allen, luego de la comedia de época Magia a la luz de la luna (2014).
“Woody tiene muy claro lo que quiere porque él lo escribió y lo está dirigiendo. Así es que si no vas en el sentido que el necesita, te corrije sobre la marcha, porque no ensaya mucho ni hace lecturas del guión.
“Pero la experiencia siempre es fenomenal y más si tienes la oportunidad de trabajar nuevamente con él, quien tiene un recorrido enorme en el cine y para mí es un honor poder estar en dos de ellas”, finalizó Stone.