Israel Reséndiz
CIUDAD MANTE, Tam.- La irresponsabilidad de la empresa de teléfonos que utiliza arbotantes en mal estado para continuar brindando el servicio, aparentemente en complicidad con las autoridades de Protección Civil en el municipio, ha llegado al grado de que postes que conducen cables desde señal hasta energía eléctrica representen un riesgo inminente para transeúntes y para vecinos de la cercanía donde se ubican.
Una de estas evidencias se puede palpar en la esquina de las calles Xicoténcatl y Cuauhtémoc, en donde se puede apreciar un poste de concreto ladeado y aparentemente gastado por el paso de los años, pero la evidencia más grave de riesgo para quienes están en esta cercanía es un poste de madera trozado completamente, del cual la parte superior está sostenida por los cables que guiaba al estar en buenas condiciones.
El paso del tiempo, la excesiva cantidad de cables y las inclemencias del clima generaron paulatinamente que el arbotante de madera cediera y finalmente quedara completamente partido, lo cual lleva ya algunas semanas en este estado y hasta este momento es fecha en que la Dirección de Protección Civil no ha colocado ni siquiera el clásico cordón amarillo que indica riesgo para la comunidad.
En el año 2014, la dependencia del Municipio aseguró que la revisión de los postes y árboles en mal estado por todo el municipio, formaría parte de un programa de verificación, para de ser detectado algún problema al respecto llevara cabo las labores de prevención respectivas; no obstante, la realidad es que el poste trozado y ubicado en plena zona centro de la ciudad denota que en este sentido las autoridades no han trabajado aún.
De igual forma, las empresas que en su momento utilizaron para sus fines los postes de madera, han estado haciendo el cambio paulatino a estructuras de concreto, pero hasta este momento no han concretado todo lo necesario para mejorar sus instalaciones y al mismo tiempo, garantizar que estas sean seguras para las personas que se encuentran en las cercanías, principalmente las casas habitación.
De modo que ahora corresponde a las autoridades de Protección Civil hacer frente a este tipo de desperfectos que amenazan la integridad de las personas que habitan en esa cercanía, y los enseres, viviendas o automóviles que pudieran estar cerca si es que un arbotante en pésimas condiciones les cae encima.
