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marzo 23, 2016 | 126 vistas

LA HABANA, Cuba, marzo 22 (AP)

El presidente estadounidense Barack Obama pidió el martes que en Cuba haya libertad política y aunque reconoció las diferencias ideológicas entre ambos países, aseguró que su estancia en la isla busca enterrar el último resquicio de la guerra fría en el continente.

En un esperado encuentro con la sociedad civil que fue transmitido en vivo por la televisión estatal, el mandatario dijo que su país no impondrá el futuro a la isla y que confía que será decidido por los cubanos, en un mensaje salpicado de frases en español que sorprendió a varias personas.

Aseguró que la prosperidad de la gente depende no sólo de la educación o la salud, sino también de la libertad para expresar libremente sus ideas sin ser detenido y tener, por ejemplo, acceso a Internet.

Obama se reunió más tarde con disidentes y luego asistió junto con su colega Castro a presenciar un partido de beisbol, antes de partir hacia Argentina y concluir una histórica visita a la isla.

“Creo en el pueblo cubano”, dijo por la mañana en el teatro Alicia Alonso de La Habana, donde desde un palco lo escuchaba el presidente cubano Raúl Castro.

“El futuro de Cuba tiene que estar en las manos del pueblo cubano”, señaló en español. “Cuba debería tener elecciones libres”, agregó.

El mandatario dijo a su vez que el embargo sólo ha dañado al pueblo cubano y pidió al Congreso de su país que levante esta restricción que Estados Unidos impuso a la isla hace más de cinco décadas.

Obama realiza una histórica visita a Cuba en el mayor gesto diplomático desde que en diciembre de 2014 ambos países acordaron restablecer relaciones. El martes afirmó que con su presencia busca “enterrar los últimos remanentes de la guerra fría en las Américas”.

El mandatario sostuvo que nadie ignora las diferencias de ambos países: Cuba tiene un sistema de un solo partido y Estados Unidos de varios, además de que en la isla está en marcha un modelo económico socialista y en su país uno de libre mercado.

Obama fue seguido por la televisión estatal por los cubanos.

“Fue una joya, se atrevió a decir en presencia de Raúl Castro que tenían el derecho de protestar pacíficamente sin ser golpeados ni arrestados”, dijo Juan Francisco Ugarte, un técnico de refrigeración jubilado de 71 años.

Omardy Isaac, de 43 años y trabajador en una tienda de regalos, señaló que “el cubano necesita todos sus derechos y estoy a favor de la democracia y muy contento con el discurso de Obama”.

Delci Ramírez, un ama de casa de 69 años, lo siguió desde su hogar. “Es un discurso importantísimo, hay que estudiarlo, hay que interpretarlo, yo creo que él quiere transmitir y hacer cosas buenas para el pueblo. No sé si lo logrará, pero esas son sus intenciones”, dijo.

Un vecino de Ramírez, Juan Jesús Pérez, aseguró que no habría imaginado nunca antes poder ver un discurso así en vivo. “En ningún momento habló de injerencia. Él siempre sugirió cosas como elecciones o como Internet para la gente”, comentó el trabajador de cerámica. “Este señor ya pasó a la historia de Cuba”, añadió.

La penúltima actividad del presidente estadounidense en Cuba fue una reunión con un grupo de opositores al gobierno de Castro, algo que según la Casa Blanca fue un requisito para realizar el viaje.

“El escuchó con mucho respeto y comentó alguna de las opiniones que se le brindaron”, dijo a The Associated Press Dagoberto Valdés, un activista católico y ex director de la revista Vitral que fue uno de los 13 disidentes invitados a reunirse con Obama en la embajada de Estados Unidos en La Habana.

Dijo que Obama hizo anotaciones de los diversos comentarios y que les indicó que respetaba las distintas opiniones y discrepancias, al tiempo que les explicó la nueva política de acercamiento a Cuba.

Entre los invitados estaban la líder de las Damas de Blanco, Berta Soler, y Antonio Rodiles, del grupo conocido como Estado de Sats. Ambos han criticado la decisión de Obama de avanzar en la normalización de las relaciones con Cuba.

Valdés dijo que le exigieron a Obama poner condiciones a Cuba antes de un posible levantamiento del embargo.

Las Damas de Blanco realizan cada domingo manifestaciones en La Habana que regularmente terminan con detenciones por algunas horas.

El tema de los presos políticos es muy importante para los cubano-estadounidenses y la comunidad internacional. Sin embargo, la mayoría de la gente en la isla está más preocupada por la falta de algunos bienes y por su propia lucha con la burocracia local.

Cuba liberó a docenas de prisioneros como parte de su acuerdo con Estados Unidos para normalizar relaciones y en un reporte reciente Amnistía Internacional mencionó que no hay actualmente ningún preso de conciencia en la isla.

Según listas elaboradas por grupos cubanos y cubano-estadounidenses hay entre 47 y 80 presos políticos, aunque algunas contienen nombres de gente detenida por delitos como el secuestro de botes.

Cuba y Estados Unidos sorprendieron al mundo en diciembre de 2014 al anunciar el restablecimiento las relaciones diplomáticas y en julio de 2015 reabrieron sus embajadas.

Jorge González, de 29 años, no fue tan optimista sobre el acercamiento entre ambos países. “Yo creo que está muy bien todo pero sobre los cambios, que es lo que se está buscando, no veo nada en concreto”, dijo y añadió que su vida lo ejemplifica: es profesor y gastronómico, pero trabaja en un elevador.

Antes de continuar su viaje hacia Argentina, Obama y su familia asistieron a un juego de beisbol entre el equipo nacional de Cuba y los Mantarrayas de Tampa Bay, de la liga mayor estadounidense.

Al estadio Latinoamericano, donde se ofreció un minuto de silencio por las víctimas de los ataques terroristas en Bruselas, llegó también el presidente Castro. Ambos mandatarios estaban sin corbata y se sentaron uno al lado del otro.

Obama se dirigió después al aeropuerto, hasta donde llevó Castro, quien lo acompañó a la escalinata del Air Force One.

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