REYNOSA.- Para la familia Pérez Pérez, residente del fraccionamiento Halcón, este Domingo de Resurrección resultará inolvidable por un trágico suceso que enlutó su hogar en horas de la mañana.
Resulta que cuando Vanesa Pérez Salazar, de 28 años, madre de la niña Geraldina Pérez Pérez, de sólo dos años, se encontraba laborando en una maquiladora, en su hogar la pequeña empezó a vomitar en horas de la madrugada, sin que su padrastro y su hermanita menor se dieran cuenta.
Los tres dormían cuando de pronto la más pequeña de las niñas empezó a devolver el alimento que había ingerido durante la noche y al no ser auxiliada a tiempo el mismo vómito invadió las vías respiratorias y se broncoaspiró.
Para cuando el padrastro de la menor se dio cuenta, trató de auxiliarla y la trasladó al Hospital Materno-infantil, pero ya era demasiado tarde, la pequeña llegó sin signos vitales.
Personal de la Agencia Segunda Investigadora se constituyó en el anfiteatro del nosocomio para dar fe del cadáver.
Para descartar una posible negligencia, el fiscal ordenó la autopsia. En base al certificado del médico legista se comprobó que la muerte de la niña había sido por causas naturales y el caso se cerró por no existir elementos para la configuración de un delito.
La inconsolable madre Vanesa Pérez Salazar, que vive en calle Gavilán sin número del fraccionamiento Halcón, se presentó acompañada de familiares a reclamar el cuerpo de la menor en la Agencia Segunda Investigadora.