Samantha Rocha
Era un día como cualquier otro, los rayos del sol comenzaban a perder su fuerza, se sentía un silencio a penas roto por el canto de las urracas que se posaban sobre la estructura de lo que hoy es el Centro Cultural Tamaulipas (CCT).
Frente a las puertas del mencionado recinto, estaba el ingeniero Melchor Ávalos Martínez, quien con un suspiro detuvo su vista sobre la Plaza Juárez, que hoy, es remodelada para brindar a las nuevas generaciones la oportunidad de escribir nuevas historias en este emblemático lugar.
Distintos nombres, una historia:
Este cuadro de la Ciudad, ha sufrido transformaciones con el pasar de los años, en un principio, se le llamaba “Plaza de la Libertad”, recuerda Melchor, en ese entonces la calle Hidalgo atravesaba frente a lo que hoy es el Centro Cultural Tamaulipas y frente al Palacio también existía una calle abierta, por donde pasaban los jóvenes entusiastas durante los desfiles del 20 de noviembre y 16 de septiembre.
Posteriormente tuvo lugar la develación de una escultura de Don Benito Juárez, una de las primeras en Tamaulipas durante la época porfiriana, a partir de entonces, la plaza cambia su nombre a “Plaza Juárez”.
Antiguo Teatro Juárez:
Melchor, especialmente, guarda en su memoria la imagen del imponente “Teatro Juárez”, antes llamado “Teatro Casino”, que fuera inaugurado en 1899, donde hoy se ubica el Palacio de Gobierno.
“Mi papá me contaba que era uno de los teatros más importantes de la República, un lugar sumamente elegante que se llenaba de aplausos en cada presentación y tenía capacidad para albergar más de mil espectadores”. Lamentablemente, en 1949 se ordenó su demolición, dejando un gran vacío en el corazón de muchos victorenses.
Lo que el tiempo borró:
Los sitios que se han mantenido con el pasar del tiempo, son el Casino Victorense y la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, cada mañana se podían escuchar las melodías italianas que el padre Cesario Díaz, tocaba en el órgano de la Iglesia. “Pasaba diario para la secundaria como a las seis de la mañana y esa música te alegraba el día”, platicó.
Sin embargo, hay lugares de los cuales solo quedan recuerdos. Ejemplo de ello, son restaurante “El Cuerudo” y “El Tamaulipeco”, seguido de la Escuela Primaria Leona Vicario, entre ellos, se ubicaba la única casa de esa zona, que pertenecía al profesor Arreola, “él era considerado el maestro de español de Victoria, un hombre muy querido por todos”:
En el espacio donde ahora está el Centro Cultural Tamaulipas, hubo sitios que albergaron grandes anécdotas, como el popular “Café TK”, donde en una ocasión un talentoso organista tocó durante 48 horas para recaudar fondos para la construcción de la catedral. También se encontraban el restaurante y hotel “Las Palmas”, la ferretería Solex y farmacia Fénix.
Los victorenses podían disfrutar de buen cine mexicano en el cine Terraza Obrero, que más tarde cambió su nombre a cine Terraza Palacio: “como olvidarlo, fue en el 68, que abrió sus puertas con la película de Cantinflas ‘Por mis pistolas’, duró una semana en cartelera y diariamente, al caer la noche, una gran cantidad de gente acudía para disfrutarla”.
Lugar de esparcimiento para los jóvenes:
La Plaza Juárez, era el lugar predilecto de la juventud por los años sesenta, quienes se reunían los viernes al salir de clases, “veníamos a la plaza a bolearnos o a tomar café, además nos encantaban los tacos de Don Crispín Casas en el restaurante Tamaulipeco”.
En la calle 16 estaba el restaurante “La Tía”, donde se servía cocina internacional y era muy elegante, pero a un lado, en la taquería “Ávalos”, todos los viernes se llenaba de jóvenes que después de disfrutar la lucha libre en la Plaza de Toros, llegaban a los tacos de diez centavos para iniciar su fin de semana.
Recordar, es una de las mejores formas de preservar nuestras raíces y para el ingeniero Melchor Ávalos Martínez, esta plaza guarda gran parte de sus memorias de juventud, por lo que nos brindó la oportunidad de viajar al pasado, para revivir los inicios de la que hoy conocemos como Plaza Juárez, a través de sus ojos.
Tú también puedes compartir tus historias, gracias a la convocatoria que el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA) lanzó recientemente “Las bancas de la memoria”, invitando a la ciudadanía a plasmar sus vivencias en este recinto. La fecha límite será el viernes 27 de mayo y pueden consultar la convocatoria completa en la página oficial del instituto.