CIUDAD DE MÉXICO, abril 1 (Agencias).- Llegó tarde la campaña “Abrazados por el futbol”, lanzada por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) en el intento por erradicar cualquier expresión de violencia, racismo y discriminación en los partidos del Tri, al menos eso piensa la especialista en derechos humanos y democracia, Hilda Téllez Lino.
Para la ex directora de Atención y Orientación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el plan de la FMF podría provocar un cambio en los aficionados al futbol, siempre y cuando no sea un esfuerzo aislado y participen todas las Ligas reconocidas por el organismo, así como los clubes que las integran.
“Los esfuerzos aislados no logran hacer un cambio, sí sería importante que todos los equipos en México se pusieran las pilas y que estuvieran mandando mensajes a cuenta gotas, pero mensajes consistentes, sistemáticos y eventualmente sí va a haber un cambio.
“Se llegó tarde, esta campaña no es suficiente, se requieren más esfuerzos relacionados, hoy es la campaña donde está involucrada la Selección, pero tiene que ser trasladada a los partidos de la Liga MX, todas las Ligas deben optar por medidas similares de convencimiento”.
No será fácil y tal vez costará años, consideró Téllez Lino, quien señaló que lo importante es que ya se proyectó una acción, la cual tiene como principal recurso, concientizar a la afición sobre los gritos y expresiones que transgreden y lesionan la dignidad humana.
“Así como fue un proceso de años el adoptar y arraigar ese grito, el mismo proceso tiene que revertirse, aunque yo esperaría que fuera en menos años.
Esta expresión (¡eeeeh puto!), sí tiene una connotación de ofender. Pensar que esta expresión no tenga ninguna connotación de ofensa, o una palabra que no es un insulto y no pasa nada, pues es increíble, no puede ser así”, agregó la especialista, quien apuntó que cuando se traspasa la barrera de la agresión verbal la libertad de expresión sí tiene un límite.
“Es una situación que en la diversión de unos trasgrede la dignidad de otros. La libertad de expresión es un derecho, una libertad que tiene limitantes y el límite está relacionado con la no lesión de la dignidad humana de otra persona”.
Para evitar que de la violencia verbal se dé el pase al terreno de violencia física, es importante seguir con estas acciones, y ser pacientes para que tenga efecto.
“Una simple campaña no tiene el efecto inmediato de revertir esta práctica que lamentablemente se ha enraizado en los estadios.
La violencia física tiene la antesala en la violencia verbal, esto sí es una situación de violencia, no es de no pasa nada, sí es una ofensa y sí lastima, es una alerta, una área de oportunidad que podemos prevenir una situación de violencia mucho más complicada”.