Para algunas personas el cambio de horario representa un desajuste en su reloj biológico, por lo cual los especialistas recomiendan, durante tres días previos al cambio, dormir y despertar media hora antes o después de acuerdo a este, para que el cuerpo se ajuste de manera progresiva.
“Para no sentir tan brusco el golpe, se debe cambiar un poco los hábitos durmiéndose media hora antes o media hora después, de acuerdo como haya sido el cambio de horario, para adelante o para atrás”, señala el director de la Clínica de Trastornos del Sueño, Javier Velázquez Moctezuma.
La gente más sensible al nuevo horario llega a sentir somnolencia, irritabilidad, dolores de cabeza, dificultades para concentrarse y en ocasiones no puede conciliar el sueño por las noches, mencionó el especialista.
Las molestias se deben a la diferencia de cronotipos, esto es que cada persona se acomoda de forma particular al ritmo circadiano, que representa el ciclo de sueño y vigilia durante 24 horas.
“Nosotros estamos hechos para funcionar en un ritmo circadiano alrededor de 24 horas, en el cual se presenta el ciclo de sueño y vigilia. Cada uno tiene un cronotipo en particular de ajustarse al ritmo circadiano, pero unos entramos cuando se va la luz y otros después”, explicó el médico.
Este domingo 3 de abril entrará en vigor el cambio de Horario de Verano en México, por lo que la población debe adelantar una hora los relojes antes de irse a dormir el sábado 2 de abril, para que inicien sus actividades con el nuevo horario.
Antecedentes
Esta medida se aplica en México desde 1996 con excepción de los estados de Sonora y Quintana Roo, inicia el primer domingo de abril y concluye el último domingo de octubre.
Lo anterior se debe a que en este periodo se registra una mayor insolación en el país, por lo que al adelantar una hora el reloj, se reduce el consumo de energía diario durante este periodo de máxima demanda de electricidad.