Alejandro Echartea
Con la llegada del mes de abril y el inicio de la temporada más caliente del año en la zona del altiplano de Tamaulipas, arriba la época en la que el problema del desabasto de agua se acentúa en las comunidades rurales de municipios como Jaumave, Tula, Miquihuana, Bustamante, y Palmillas.
Por su parte, habitantes del ejido San Juanito del municipio de Jaumave se consideran privilegiados ya que aunque escasa, estos cuentan con una fuente de agua potable que llega hasta sus hogares a través de una red subterránea de suministro.
“Pero el agua para regar nos llega cada mes”, indicó la señora Carmela Cruz, el agua para riego de parcelas llega a través de un canal que es abierto cada mes y que alimenta las parcelas de cultivos de esta localidad, “esa la traen de la Hacienda para allá –arriba–, pero ya para cuando llega acá llega muy poquita ya, se queda por el camino”.
El señor Pedro Ortiz, esposo de doña Carmela, destaca que para consumo doméstico el agua es obtenida de un pozo, del cual se extrae a través de una planta de bombeo, “pero lo que es aquí el rancho, el agua de pozo como ya hay más familias ya no alcanza para todos”.
El ejidatario explica que a partir del mes de abril y hasta finales de julio es cuando el agua en la comunidad empieza a escasear, “como el sol está muy fuerte y el terreno está medio ladeado, hay una parte que de las tres de la tarde en adelante ya no alcanza el agua”.
En la temporada de mayor sequía del año, el Ayuntamiento apoya a la comunidad con agua que es depositada en una pila comunitaria a la entrada del poblado del ejido San Juanito, este cuenta con alrededor de 500 habitantes, “pero está llegando gente de Victoria, gente que se había ido de aquí y que está regresando y ya vienen con familia a vivir aquí”.
Este flujo migratorio podría complicar el abasto de agua en la comunidad que se mantiene al filo de las necesidades mínimas humanas de consumo; destacó que en cuanto al riego de cultivos el principal producto es el maíz por ser más resistente a la sequía que el sorgo, “pero lo cultivamos más para las tortillas, para consumo interno porque casi no alcanza para vender, el kilo nos lo compran a dos pesos”.
Ernesto León agregó que en total hay 96 ejidatarios quienes hacen uso del sistema de riego, y otros más de una parte que es sólo de temporal, “ya ahorita en la mañana como que ya comienza a batallar con el agua, como que sale puro aire, a veces la bomba que ordeña el pozo se desbarata y es cuando deja de funcionar, pero mientras que no se desbarate nosotros tenemos agua”, aseveró.
El joven ejidatario recordó que recientemente se tuvo problemas debido a la administración ejidal del agua, no obstante estos ya fueron sustituidos y corregido el problema, “siempre le andábamos reclamando a los muchachos que eran los encargados del agua, nos trozaron los tubos arriba y para acá abajo nos echaban agua cada tercer día”.
Ernesto coincidió en que es en los meses de abril y mayo cuando se complica el problema del agua en la comunidad, “ya viene un calorón, y ¿se imagina como nos va a ir con el agua? Ya ve que se escasea”, apuntó el señor Tomás Navarro, “hay partes que no tienen agua, andan batallando y sufriendo con las pipas, nosotros gracias a Dios el problema que tenemos era con los encargados del agua”, concordó.
Patricio Zúñiga, también habitante de esta comunidad apuntó que en otros ejidos de Jaumave no hay agua ni siquiera para cubrir las necesidades más básicas, “aquí estamos en la gloria porque hay comunidades de aquí de Jaumave que no tienen ni para tomar, ni para otras cosas, aquí llega el agua rodada, tenemos pozo profundo y el agua llega cada mes, aquí estamos privilegiados”.
No obstante, recordó que existe el riesgo de que gente de esas comunidades pretenda avecindarse en esa comunidad complicando así el abasto, “hasta ahorita no han llegado, quién sabe más adelante porque sería más gasto, nosotros lo vemos en Ciudad Victoria, todas las colonias nuevas ahorita están batallando y si llega una nueva comunidad va a haber más gasto”.
Finalmente el señor Zúñiga aclaró que la cantidad con que se cuenta con agua para toda la comunidad es la misma para 500 habitantes que para mil, por lo cual al aumentar la población en esta localidad disminuirá la proporción que le correspondería a cada uno de los antiguos y viejos habitantes, “en los tiempos de seca, como ahorita que ya empezó, sí se daña la bomba por el esfuerzo que hace y porque hay más gasto, pero ahorita no hemos tenido problemas, en otros años sí porque la bomba se quema”, finalizó.