diciembre 14, 2024
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abril 7, 2016 | 161 vistas

Shalma Castillo

La lista de pacientes es larga, siete mil 500 personas en Tamaulipas están a la espera de un trasplante de riñón.

De ellos, un 20 por ciento son menores de edad y el peor obstáculo que todos ellos enfrentan, no es el egoísmo, sino la desinformación y la falta de cultura para favorecer una donación.

Jorge Salinas Graham, doctor especialista en este tipo de operaciones es claro y contundente, “razón por la que no quieren donar no es por egoísmo, es por desinformación, cuando no conocen del tema les da miedo, ahí es donde tenemos que trabajar”, afirma.

Señala que cada hospital en Tamaulipas maneja su lista de espera, en el caso del Hospital Regional de Alta Especialidad, son alrededor de 25 pacientes que necesitan de un riñón.

“Solamente las personas ricas son las que se someten a un trasplante, lamentablemente el 95 por ciento de los pacientes en Tamaulipas son de bajos recursos económicos, por lo cual tienen que formar parte de la famosa lista de espera”.

Cada mes en este nosocomio realizan una cirugía por mes, y al año diez, “no es ni la mitad de lo que queremos hacer”, comenta.

Dijo que las principales enfermedades que padecen las personas que requieren de un riñón, en adultos son insuficiencia renal, padecimientos crónicos degenerativos, presión alta y azúcar, en niños es por problemas de reflujo y animalidad de nacimiento.

“La enfermedad renal tiene cinco etapas, y la quinta es la más avanzada que ya requiere de un trasplante”.

HAY ESCASEZ DE DONACIÓN

El bajo índice de donaciones, mucho se debe a que la mitad de los trasplantes que hacen, es cuando un familiar dona a otro en vida, pero no todos los pacientes tienen a alguien cercano que quiera donar o pueda, y dependen de que alguien fallezca.

“Ahí es donde tenemos mucha escasez de donación de las personas que fallecen, hay poca detección de estos posibles donadores y muchas veces la respuesta de los familiares del difuntos es que no quieren donar”, expresa.

De una donación no solamente se obtienen dos riñones, sino que también el corazón, hígado, corneas, huesos, piel y son muchos los pacientes que se benefician de una sola persona.

“Hace falta crear campaña de promoción y concientización, falta informar a la gente, explicar cómo es el proceso, y decirles cosas buenas que trae consigo este acto noble”.

Es que en realidad en el fomento a la cultura acerca de la donación de órganos, es donde la población está muy escasa, la mayoría de la gente jamás ha escuchado sobre este tema, menciona.

En México de cada diez trasplantes de riñón que se hacen, siete son de donadores vivos, pero la mayoría de ellos es por familiares o amigos, pues se cansan de ver que su ser querido tiene muchos años esperando un riñón.

La población en general no se anima a ser donador, porque existen muchos mitos sobre los supuestos riesgos que pudieran padecer las personas que donan en vida, “mucha gente se echa para atrás por mal informada, hay gente que piensa que por donar un riñón se va a morir o enfermar, y no”, señala.

Menciona que el riesgo es muy controlado, ya que ninguno de los que sí han donado, han sufrido de problemas después de la cirugía, la vida de alguien que desea donar su riñón, continúa exactamente igual que cuando tenía los dos órganos.

SE REQUIERE DE UN ESTUDIO

Para que los médicos autoricen que alguien puede ser candidato a realizar esta noble acción se tiene que hacer una serie de estudios que garantice que el donador está completamente sano y extrayendo su riñón va a seguir igual con uno, “si encontramos algo que nos diga que podría tener problemas a futro, ese paciente se descarta como donador”, destaca el doctor.

Para poder salvar la vida de alguien más realizando este proceso, la persona donadora tiene que ser mayor de edad, un menor de 18 años no puede donar en vida, pero si el menor fallece, sí, siempre y cuando los padres autoricen.

Otro requisito es compatibilidad de sangre y cumplir con estudios que indiquen que el donador es completamente sano.

En Tamaulipas ya es posible que cualquier habitante del estado done un riñón, el equipo del hospital está preparado para viajar de Victoria a cualquier municipio, y procurar los órganos y trasladarlos al nosocomio de Alta Especialidad para realizar la cirugía, solamente el paciente sí tiene que acudir a la Capital.

Invita a las personas a que se informen, porque hay mucha información equivocada de la donación y eso hace a que la gente se incline a decir que no, “dicen que hay tráfico de órganos, mutilan nuestro cuerpo y que no van a poder llevar una vida normal, cuando todo eso es completamente falso”.

“Muchas veces no nos interesamos en la donación, hasta no tener a un familiar enfermo”, finaliza.

En este sentido el doctor Tirzo Jesús Rodríguez Munguía, quien labora en el laboratorio de Biología Molecular del Hospital General de Victoria, coincide en que la población debe crear consciencia en que todos estamos en un riesgo latente para caer en una situación de necesitar un trasplante.

“Necesitamos fomentar la promoción y concientizar a la población en general en relación a este tema”, comenta.

Para que una persona pueda ser compatible y poder donar un órgano, se le realiza DNA del paciente con el DNA del posible donante, además de los análisis precisos, se identifica a la persona y se realizan pruebas para saber si no hay vicios, adicciones o enfermedades crónicas.

“La gente debe tomar en cuenta que todos tenemos un alto riesgo de necesitar un órgano a futuro ya sea propio o de algún familiar, hay que concientizarnos que al fallecer lo que sirve y se pueda, donarlo”, menciona.

SON FAMILIARES UN IMPEDIMENTO

Por su parte, la presidenta de la Fundación Ale, Verónica Díaz Valdez, comenta que el principal impedimento para la persona que se encuentra en espera de algún órgano y éste le pueda ser donado, son los familiares del difunto, ya que ellos son quien tienen la última palabra.

“Lo que hace falta es cultura, para que la familia sepa que una vez que tú dices que sí quieres ser donador, respeten tu decisión”, dijo.

Señala que en el caso de las personas que fallecieron, la donación de órganos solamente puede realizarse en los casos de muerte cerebral, pero también puede hacerse este procedimiento en vida.

En el estado se han presentado casos de donación voluntarias, “esas todavía son más valiosas”, pero aún así hay muchas personas que continúan en esta espera, por eso se debe seguir difundiendo la cultura de estos actos.

Dijo que cualquier persona que esté interesada en formar parte de los donadores, acudan a las instalaciones de la fundación para que conozcan más sobre el procedimiento y estén informados.

No solamente tiene que ser familiar de la persona para poder donar, cualquiera que desee y pueda hacerlo, es bienvenido, dijo.

El sufrimiento para los familiares y los pacientes, es mucho tanto físico como emocional, confía en que esta cultura vaya creciendo cada día más, que sean más las personas que digan SÍ a la donación de órganos.

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