Mauricio Zapata
El alza constante de precios, la inestabilidad del peso, el desempleo y el incremento de cadenas de tiendas foráneas están provocando que las tiendas “de la esquina”, pero sobre todo los mercados y locales estén en vías de extinción.
Y es que la fuerte crisis que enfrentan decenas de comerciantes de productos básicos en los mercados y tianguis de la ciudad, ha prevalecido en los últimos meses.
Lo anterior ha provocado que registren cuantiosas pérdidas e importantes aumentos en sus productos, lo que ha propiciado, al mismo tiempo, una fuerte crisis entre este sector.
Un ejemplo de ello es el mercado Argüelles. Ahí la crisis se ha sentido con intensidad.
Tan sólo en este último mes han aumentado los precios de las legumbres, frutas, mariscos y pollo, señalaron varios comerciantes, quienes resaltaron que todo parece indicar que el alza es por un desequilibrio en la economía nacional y un incremento en el precio de los insumos en los sectores productivos.
“Algunos de los compañeros han cerrado ya sus locales. Aquí se está vendiendo poco y la gente ya casi no nos viene a comprar”, dijo doña Alicia mientras acomoda las frutas que oferta en su puesto.
Otro vendedor dibuja en una cartulina el nuevo precio del limón, “no es mucho, pero hay que cambiarlo, sólo aumentó dos pesos de ayer (viernes) para hoy”, dijo.
Es Alberto Cancino Cabrera, comerciante de legumbres y frutas, quien señaló que entre las legumbres que más han incrementado su precio se encuentran también, la cebolla, la zanahoria y el jalapeño.
“Es increíble la forma que subió el precio de las legumbres, el jalapeño que antes estaba a 18 pesos el kilo, ahora está a 21; la zanahoria que estaba a diez pesos el kilo, ahora está a 18; la cebolla que antes estaba a seis, ahora está a diez pesos”, comentó angustiado el comerciante.
Asimismo, dijo que “una de las frutas que ha subido en forma importante es la manzana; antes estaba la caja de cien unidades en 380 pesos o hasta 400 se encontraba, ahora la tenemos a 500 pesos”, indicó.
LAS TIENDAS TAMBIÉN
Otro de los rubros que de igual manera están a punto de desaparecer, son las famosas “tiendas de la esquina”, quienes de alguna manera han hecho un pacto con los locatarios de los mercados para poder ofrecer sus productos en sus tiendas y “salvarse” ambos sectores.
Y es que desde hace algunos meses, han probado incrementar las ventas de frutas y verduras en sus “changarros”.
“La gente a veces no quiere venir hasta el mercado por lo complicado que se pone el centro, pero las personas que tienen tienditas en sus colonias se han puesto las pilas, han venido para surtir sus tiendas de frutas, de verduras y de todo esto, nos compran a nosotros y ellos ofrecen lo que otras tiendas como (las de conveniencia) no venden y de esa manera nos beneficiamos todos”, dijo doña Mari, comerciante del mercado.
Había un tendero con ella y le dio la razón.
“Sí, la gente en la colonia nos ha pedido que vendamos fruta y verdura, entonces nos venimos acá, nos dan precio y vendemos eso. Es lo que nos ha salvado y de alguna manera ayudamos aquí a los compañeros del mercado a que también tengan sus ventas”.
Y añadió: “Lo que nos ha fregado es tanta tienda, y está bien, debe haber para todos, pero la gente en Victoria es muy novedosa, ahí les encanta verse muy nice y se van allá, pero nosotros vendemos lo mismo y a veces a mejor precio”.
Señala que los tenderos han tenido que bajar los precios en muchos de sus productos para poder estar en competencia e introducir nuevos productos con los que la gente se sienta atraída a comprar.
“Ellos (las tiendas de conveniencia) no venden a granel, a veces la gente sólo quiere comprar dos huevos y eso es lo que nosotros hacemos diferente. Para todos hay y tenemos muchas cosas”, dijo.
Mientras tanto, el factor precio les sigue jugando en su contra.
LA FRUTA ES LA QUE MÁS HA SUBIDO
Locatarios destacan que la manzana americana es otro de los productos más caros, ya que es la que más dura, y agregan que la manzana mexicana es más pequeña y menos duradera por lo que no les conviene.
Por su parte, Evangelina Mendoza, otra comerciante de frutas de este mercado, indicó que la piña, la sandía y la papaya también son frutas caras, dijo que hace algunos meses se encontraban en diez pesos y algunas en cinco, y que ahora están a 15 y 20 pesos.
Destacó que el plátano macho -uno de los más solicitados por la población-, se encuentra a 30 pesos la docena cuando antes estaba a 20 y 25 pesos.
De igual forma, comerciantes de mariscos, pollo y carne de este centro de abastos manifestaron su preocupación por el incremento de los precios de estos productos.
Por un lado, los pescados y mariscos han elevado su precio, entre los más caros está el róbalo a 65 pesos, que antes estaba a 60; el camarón grande a 150 pesos, que antes estaba a 95; la lisa a 45 que antes se encontraba a 30 pesos.
Todos coinciden en que la gente ya va poco a los mercados y ello se debe también a que no ha habido un proyecto para atraer a los clientes; desde las autoridades, hasta de los propios locatarios.
Sin embargo, también señalan que ellos tratan de ofrecer lo mejor de ellos, que buscan opciones para que los clientes regresen y entre ellos se ponen de acuerdo para atraer consumidores.
Y EL POLLO NO SE QUEDA ATRÁS
En cuanto al pollo la angustia de los comerciantes crece cada día al percibir un alza importante y a la vez una baja en ventas de un 60 por ciento.
Al respecto Lorena Aquino, comerciante de este producto, señaló en entrevista que el precio del pollo entero se ha incrementado de 50 y 55 a 60 pesos, mientras que la pieza de pechuga está a 25 pesos cuando anteriormente se encontraba a 18. La comerciante también reconoció que hay quienes dejan la pieza hasta en 30 pesos.
“Desde hace tres meses aproximadamente dejamos de vender pollo, ahora las ventas están abajo en un 70 por ciento, lo cual nos pone en una crítica situación a los que nos dedicamos a comercializar este producto”, señaló.
De esta forma se vive un incremento de precios en uno de los mercados más importantes de la ciudad, donde los comerciantes se enfrentan a una crítica situación financiera por la falta de ventas; pero no pierden las esperanzas de que sus ventas mejoren y los precios se estabilicen.
Mientras tanto, tiendas y mercados; locales y vendedores de estos productos básicos para la sociedad luchan por seguir con su empleo, con su negocio; con su fuente de ingresos.
“Y es que si no es la inseguridad es el aumento del precio, lo cierto es que poco nos pelan, poco nos ayudan y las autoridades no nos voltean a ver”, concluyen los entrevistados, quienes piden una mayor atención para casos como el que viven ahora se puedan resolver, sobre todo ahora que los políticos buscan su voto.