KANO, Nigeria, abril 12 (AP)
El grupo extremista Boko Haram aumentó de cuatro a 44 en un año la utilización de niños suicida con consecuencias devastadoras en comunidades, que ahora ven a los menores como amenazas, explicó este martes la agencia de la ONU para la infancia.
El 75 por ciento de los menores empleados con este fin son niñas, señaló el reporte de la Unicef, y enfatizó que estos menores son “víctimas, no agresores”.
“Al volverse comunes los ataques en donde participan niños, algunas comunidades comienzan a verlos como amenazas”, dijo Manuel Fontaine, director de la agencia infantil de la ONU en África occidental. “Esta sospecha hacia los niños puede tener consecuencias destructivas: ¿Cómo puede reconstruirse una comunidad cuando expulsa a sus propias hermanas, hijas y madres?”.
The Associated Press se enteró de un caso en el cual una mujer de unos 20 años fue liberada por soldados en un ataque a una aldea tomada por el Boko Haram. Después de reunirse con su familia el mes pasado en Maiduguri, le dijo a su madre que fue entrenada como atacante suicida. La madre temió tanto a su propia hija que la entregó al ejército, de acuerdo con una pariente que habló bajo condición de anonimato para proteger la identidad de su prima.
El número de niños que perpetraron ataques suicidas en Nigeria, Camerún, Chad y Níger se multiplicó por 10 el año pasado, con la frecuencia de este tipo de ataques aumentando de 32 en 2014 a 151 en 2015, indicó Unicef. En 2015, Nigeria registró 89 de estos incidentes, Camerún 39, Chad 16 y Níger 7, decía el reporte.
Boko Haram ha atentado contra mezquitas, mercados y otros objetivos fáciles desde que un ofensiva militar multinacional los ha expulsado de un gran territorio del país que mantuvieron hasta hace un año. Boko Haram quiere crear un califato islámico en Nigeria, el productor de petróleo más grande de África y cuya población de 170 millones de personas está dividida en cantidad similar entre cristianos, mayoritariamente en el sur, y musulmanes en el norte.
Otro reporte de Mercy Corps encontró que el desempleo no era el principal motivo para que jóvenes se unieran al Boko Haram, como habían asumido.