Clemente Zapata M.
Por presentar hacinamiento, ingobernabilidad, deficiente separación de internos y violaciones a derechos humanos entre otros rubros, el sistema penitenciario de Tamaulipas resultó reprobado por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), al obtener una calificación de 5.29 puntos.
Como parte del Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015, realizado por la CNDH, se ubica a esta entidad como la séptima de 13 estados con estatus reprobatorio y que enfrentan deficiencias en la reinserción social de los internos.
Fueron los Centros de Ejecución de Sanciones (Cedes) de los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, los evaluados y que no cubrieron los requisitos mínimos para resultar con calificación aprobatoria.
De acuerdo a la semaforización que realiza la Comisión Nacional de Derechos Humanos en las cárceles de las 32 entidades federativas del país, específicamente en los aspectos de garantías de la integridad física y moral del interno; de estancia digna; gobernabilidad; reinserción social y grupos de internos con requerimientos especiales, la calificación es negativa en promedio.
La sobrepoblación es uno de los principales factores señalados; de acuerdo al documento de más de 500 páginas, Tamaulipas, en dos de los tres Cedes señalados, tiene una capacidad superada; en el caso de Nuevo Laredo tiene capacidad para albergar a mil 14 internos y atendió a mil 551 en 2015.
En el caso de Reynosa, su capacidad instalada asciende a mil 450 personas y la población fue de dos mil 29 reos. Mientras que el Cedes Matamoros puede albergar a mil 200 internos y actualmente atiende a 990.
El histórico comparativo de la última década, emitido por la CNDH, establece que el Sistema Penitenciario Tamaulipeco ha sufrido una degradación paulatina del servicio y así lo refieren las calificaciones del 2006 al 2015, al pasar por ejemplo de su máxima puntuación 8.04 en 2010 –la más alta-, a 5.29 el pasado año 2015.
Las tres penitenciarias de Tamaulipas forman parte de las 130 instalaciones verificadas durante el año pasado y que presentaron algunas o la mayoría de las 39 irregularidades con mayor incidencia entre las que se encuentran falta de clasificación de procesados y sentenciados.
También, insuficiencia de personal de custodia, no existen procedimientos para presentar quejas de violación a garantías fundamentales; insuficientes actividades laborales; deficientes acciones preventivas de violaciones a derechos humanos.
Otros rubros es que no existen acciones para prevenir ni atender riñas, incidentes violentos, fugas, suicidios, homicidios y motines. No se cuenta con un programa preventivo de adicciones y desintoxicación voluntaria.
Existen además deficientes condiciones materiales e higiene en las instalaciones para alojar internos; falta de manuales para procedimientos de ingreso, traslado de internos, motín, uso de la fuerza, visitas conyugales y familiares, entre otras.
En el caso de los Cedes que presentan situaciones de autogobierno, el organismo defensor de los derechos humanos citó las instalaciones de Reynosa y Nuevo Laredo.
La CNDH, durante los trabajos de supervisión realizados el año pasado, identificó como puntos rojos y como urgente de atención en Tamaulipas, aspectos como el hacinamiento, separación de internos por sexo; servicios de salud a internos; prevención de violaciones a garantías fundamentales.
En el rubro de condiciones de gobernabilidad; aplicación de reglamentos y procedimientos; insuficiente personal de seguridad y custodia; deficiente aplicación de disciplina y autogobierno.
Tamaulipas, de acuerdo al Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2015, se ubica en séptimo lugar de las 13 entidades federativas que resultaron reprobadas, luego de Nayarit; Quintana Roo; Hidalgo; Tabasco, Chiapas; y le siguen Baja California Sur; Oaxaca; Sinaloa, Nuevo León y Campeche.
Por el contrario los Estados con mayor calificación fueron Guanajuato con 8.02; Aguascalientes, 7.75; Baja California, 7.42 y Durango, que es aprobada con la calificación más baja con 6.14 puntos.