En Wisconsin, Estado Unidos un pato que perdió sus patas debido a que se le congelaron por el frio, pudo recuperarlas gracias a una impresora 3D.
Vicki Rabe Harrison fue quien rescató a Phillip el pato, pero al percatarse de su situación estuvo a punto de sacrificarlo, afortunadamente antes acudió al maestro de secundaria Jason Jischke en Oshkosh, y antes de que sacrificara a Phillip, Jischke la llamó para decirle que sus alumnos estaban trabajando en un proyecto, el cual podía devolverle las patas al ave.
A Jischke y sus alumnos les tomó seis semanas de trabajo el lograr las patas prostéticas adecuadas para Phillip.
Cuando el pequeño pato tuvo sus patas nuevas, tardó en acostumbrarse y al principio tambaleó un poco, pero ahora ya se ha sumado a otros animales en un santuario al norte de Milwaukee. Alyssa Herbst la administradora de este santuario dijo que Phillip se está acostumbrando a sus nuevas patas.
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