KABUL, Afganistán, abril 20 (Notimex)
El número de muertos por el atentado del martes contra una agencia de seguridad de élite de Afganistán, en el centro de esta capital, se elevó a 64, más del doble de los 28 reportados inicialmente, informó el Ministerio del Interior.
El portavoz de la dependencia, Sadiq Seddiqi, destacó este miércoles en una conferencia de prensa en Kabul que la mayoría de las 64 víctimas fatales eran civiles, entre ellas varias mujeres y niños, al igual que los 347 que resultaron heridos, informó la agencia informativa PAN.
El ataque, el más mortífero registrado en la capital desde 2011, fue perpetrado la mañana del martes por un talibán -que murió en la acción- frente a la Dirección Nacional de Seguridad (NDS), unidad que se encarga de la protección y seguridad de los ministros del gobierno.
En un comunicado, el portavoz del Talibán, Zabihullah Mujahid, aseguró que el ataque fue obra de uno de sus hombres que se hizo estallar ante la puerta principal de la oficina de seguridad, lo que permitió a otros combatientes entrar en el recinto fuertemente custodiado.
Seddiqi informó que un comité formado por representantes de la Dirección Nacional de Seguridad, el Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior fue constituido para investigar el atentado y el subsecuente ataque masivo.
El número de víctimas podría aumentar, debido a que algunos de los lesionados están en estado crítico, según un comunicado emitido por el Ministerio Público de Salud, luego de que el presidente afgano Mohammad Ashraf Ghani visitó anoche a los heridos.
Durante una visita al hospital Sardar Mohammad Daud Khan de Kabul, el mandatario dijo que el ataque representa una cultura de la ignorancia que no tiene ninguna justificación en la religión del Islam.
El presidente de Afganistán aseguró que este tipo de actos son vergonzosos para el país y prometió vengar el derramamiento de sangre de todos los afganos que perecieron o resultaron heridos, según un reporte de la agencia Khaama Press (KP).
El Movimiento Talibán gobernó Afganistán entre 2006 y 2011 bajo el nombre oficial de Emirato Islámico y la imposición de una de las más estrictas interpretaciones de la Sharia (Ley Islámica), que se destacó en forma negativa por el maltrato a las mujeres.
Desde su caída a fines de 2001, tras los atentados del once de septiembre en Estados Unidos, el remanente del grupo ha emprendido una lucha armada contra el gobierno y las tropas internacionales que aún siguen en Afganistán en apoyo a la estabilidad nacional.