Samantha Rocha
Todas las personas tenemos anhelos, aspiraciones y sueños que en ocasiones parecen imposibles de alcanzar, sin embargo, hay quienes tienen el poder de materializarlos con sus propias manos en un lienzo con ayuda de un pincel y todas las combinaciones de colores que su imaginación les permita.
En el taller de Iniciación a la Pintura que se imparte en la Casa del Arte, la maestra Lourdes Téllez es quien guía a sus alumnos y les brinda las herramientas necesarias para que día con día puedan mejorar y llevar a otro nivel sus creaciones artísticas.
Hace aproximadamente diez años, se abrieron las puertas de este taller, en el cual actualmente hay dieciséis alumnos inscritos que asisten con gran entusiasmo a sus clases los martes y jueves de seis a ocho de la tarde, aunque para ellos dos horas no son suficientes para realizar la actividad que más les apasiona: pintar.
La maestra Lourdes nos compartió que el avance de cada estudiante depende mucho de su personalidad, cada uno tiene un proceso creativo distinto y se inspiran en diferentes aspectos de la vida, lo que brinda una gama enorme de matices a cada clase.
Lo que más disfruta de impartir este taller, es compartir tiempo con los alumnos, pues le ayuda a cubrir dos aspectos importantes de su vida, la docencia y continuar realizándose como pintora, “me gusta mucho estar con ellos, enseñarles, platicar y llevarlos de la mano para que mejoren su técnica, lo disfruto enormemente porque puedo tener un muy mal día, pero llego a la clase y todo se me olvida”, expresó.
Los alumnos se sorprenden porque conforme avanza el tiempo son capaces de lograr cosas extraordinarias, que antes ni siquiera imaginaban, además para ellos es una válvula de escape a la rutina donde pueden expresar sus miedos, alegrías y sueños.
