Rogelio Rodríguez Mendoza
Los costos de producción de la agricultura se han encarecido hasta en un 20 por ciento durante los tres últimos años, mientras que el precio mínimo garantizado por tonelada, a través del llamado ingreso objetivo, no se ha actualizado en ese mismo lapso, lo que ha propiciado que la rentabilidad de la actividad se haya reducido a casi nada, advirtió Juan Báez Rodríguez.
El diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y dirigente de los productores de sorgo en el país dijo que de no ser porque la cosecha obtenida en los tres últimos ciclos otoño-invierno han sido las más grandes de la historia del país, la situación hubiera hecho crisis.
“La rentabilidad de la agricultura no está en su mejor momento. El ingreso objetivo cumple tres años sin actualizarse, porque mantiene el mismo precio de dos mil 950 pesos para la tonelada de sorgo y tres mil 200 pesos para la de maíz, lo cual no es congruente con el encarecimiento de los insumos, sobre todo los agroquímicos y semillas”, detalló.
Y añadió: “Debemos tener un incremento en el costo de producción de alrededor de un 20 por ciento, y entonces estamos tablas entre lo que invertimos y lo que obtenemos. La situación no ha hecho crisis porque en los últimos tres años hemos tenido las dos cosechas más importantes de la historia, la de hace dos años, que fue de dos millones 900 mil toneladas de granos, y la que viene que será muy similar”.
Báez Rodríguez dijo que, frente a los hechos, las organizaciones de productores plantearán nuevamente al Gobierno federal, a través de la Sagarpa, revise el ingreso objetivo para sorgo y maíz, porque es urgente hacerle una actualización.
Explicó que el ingreso objetivo es el precio mínimo garantizado para los granos. Por ejemplo, si el ingreso objetivo del sorgo es de dos millones 970 mil pesos y al venderse la cosecha el precio en el mercado es de dos millones 800 mil pesos, el Gobierno está obligado a cubrir la diferencia.
Confió en una respuesta positiva por parte del Gobierno, porque además los precios de los granos en el mercado internacional llevan varios años a la baja o estancados.