Samantha Rocha
El arte permite unir a las personas en un momento de convivencia donde solo existe la alegría y la pasión compartida hacia cualquiera de sus expresiones, en este caso, el baile fue el motivo de reunión gracias al cual se vivió una gran fiesta en la que los corazones de todos los asistentes latieron al ritmo del danzón.
Lo anterior ocurrió durante la clausura del festival organizado por la Casa del Arte para conmemorar el Día Internacional de la Danza, el pasado viernes 22 de abril en la explanada del mencionado recinto.
Desde las cinco de la tarde, comenzó el gran espectáculo donde participaron bailarines de todas las edades, tanto de los talleres internos como diversas academias de la ciudad para deleitar al público con sus asombrosas coreografías.
Posteriormente, dio inicio “Una tarde de danzón”, que convocó numerosos grupos de diferentes partes de Tamaulipas como Tampico, Matamoros y Reynosa para compartir escenario, teniendo como testigo los hermosos jardines de la Casa del Arte
El público también formó parte de esta gran fiesta, gracias al taller de danzón impartido por las maestras Mary Valadez y Ana Morín.
Tuvimos oportunidad de conversar con el señor Jesús Valerio Reynúa, presidente del Club de Danzón Juárez de Matamoros A.C. y su esposa la señora Elisa Longoria de Reynúa quienes nos compartieron que practicar esta disciplina les ha dejado enormes satisfacciones tanto a nivel emocional como físico pues ayuda a ejercitar la memoria previniendo enfermedades como el alzhéimer, tonificar los músculos, pero sobretodo brindar felicidad a su vida, porque mediante esta actividad han encontrado maravillosas amistades, la oportunidad de salir de la rutina y olvidar sus problemas bailando.
Fue una tarde llena de emociones, música y compartir experiencias, demostrando una vez más que el arte tiene poder para reforzar el tejido social y cimentarlo sobre las bases del respeto, la paz y la armonía.