julio 1, 2024
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abril 27, 2016 | 103 vistas

Shalma Castillo

 

En el último año es evidente el incremento de negocios ambulantes especialmente dedicados a la venta de fritangas, a las afueras de los hospitales y edificios públicos.

Anteriormente había más de 30 negocios, en este momento  existen más de 40 que ocupan la mayor parte de la acera al frente del Hospital General y además invaden cajones de estacionamiento, por lo cual está catalogado como un problema multifactorial, que perjudica tanto en el rubro de salud por las medidas de higiene, obstrucción de paso al peatón y lugares de estacionamiento.

La mayoría de estos negocios no opera con la higiene que requiere el usuario, no cuentan con agua potable para lavarse las manos o con gel antibacterial, tampoco con un refrigerador que mantenga a temperatura adecuada los alimentos, además de que los trabajadores no usan cubrebocas ni cubre cabello.

Algunos utilizan el mismo plato para atender a otros clientes, solamente le cambian el “papelito”, todas estas medidas de falta de higiene son propensas a provocar un foco de infección.

Es evidente la falta de higiene en la mayoría de los ambulantajes, algunos tienen alto consumo porque se ajustan a la economía del cliente y además por no alejarse del lugar para estar al pendiente del paciente.

Es grave problema en el hospital porque las personas que van a visitar a sus enfermos o tienen cita médica no tienen dónde estacionarse, porque además ocupan un carril al lado del cordón central y existen unidades que se estacionan mal por motivo de falta de espacio, si quitaran los puestos que abarcan parte de la calle, fácilmente se colocarán más de diez vehículos

Otro de los inconvenientes es que algunos de los negocios ya colocaron infraestructura en el hospital, también lonas, mesas y sillas que le obstruyen el paso al peatón, obligándolos a irse por la calle y exponiéndolos a sufrir un accidente vehicular.

Además, algunos puestos están ubicados muy cerca de la entrada y salida de ambulancias, por lo cual los espacios se reducen.

Quienes se dedican a esta vendimia e incluso toman la calle principal como la preferida para instalarse donde está el acceso al área de urgencias, la nueva Unidad de las Mujeres y el CREE.

Sobre la calle del libramiento solamente hay ocho ambulantes que venden aguas, dulces, frutas y boleadores de zapatos, donde es el acceso a medicina familiar.

 

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