julio 2, 2024
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abril 28, 2016 | 100 vistas

LOS ÁNGELES, EU., abril 27 (AP)

El 13 es número de la suerte para el universo Marvel, que en el mismo número de películas ha logrado con “Capitán América: Civil War” (2016) una de las mejores aventuras ensamble del género. Con el timón bien sujeto por parte de los realizadores Anthony y Joe Russo, la cinta alcanza los niveles épicos esperados, con batallas espectaculares, sin perder nunca de rumbo la obligada evolución de los personajes, “donde ningún hombre (mujer) queda atrás” y todos tienen participación directa y dramática en la trama.

Es en la relación Tony Stark (Iron Man)- Steve Rogers (Capitán América) donde radica el corazón del filme, quienes antes que héroes son colegas y amigos. La tensión de ver si este par podrá sobrevivir en el entorno que los quiere desgarrar, será la dinamita de las dos horas y 27 minutos de la película.

“Capitán América: Civil War” es todo lo que no consiguió ser “Batman v Superman: el origen de la justicia”, con líneas de historia claras para el espectador desde el inicio, escenas de acción innovadoras, personajes con conflictos personales, líneas de historias coherentes y sobre todo un gran sentido de celebración del género que los encapotados de Warner no poseyeron, atreviéndose a abrazar situaciones de humor e ironía, sin caer en excesos.

Excelente la decisión de hacer que el tercer filme personal del Capitán América es donde detona el conflicto que manda a su esquina del ring a Rogers y Stark, no como pretexto de verlos cruzar los guantes, sino como la perfecta metáfora visual sobre lo que ocurre cuando el miedo se cruza en el camino de dos amigos con ideales fuertes y convencidos que su modo de ver al mundo es el correcto.

Dado que el filme se llama Capitán América, los temas de su idealismo y servicio al pueblo enseñado por la Gran Generación de la Segunda Guerra Mundial, son puestos en conflicto, pues Rogers debe decidir si está dispuesto a concebir que el mundo se salva cuando se acepta la presencia de una institución sobre tu cabeza que regule tus intenciones o cuando se apuesta por rescatar a la vida de un solo individuo que podría representar a la lealtad y al humanismo que supuestamente se debe atesorar.

En “Civil War”, la mirada azul del actor Chris Evans está en su amigo del pasado Bucky Barnes (Sebastian Stan), quien es perseguido por actos terroristas bajo su semblante de Winter Soldier. La cuestión aquí es que el Capitán América es el único que cree es inocente su ex colega.

Sumado aquí, la descalificación en que han caído los Avengers por destruir cuadras enteras de Nueva York, Washington, Londres y recientemente Sokovia, cuando se estaba defendiendo al mundo pero causando daños colaterales.

La temperatura sube cuando Iron Man (Robert Downy Jr) asume el rol del policía de la historia, portando sus miedos del pasado por no tener control sobre el uso del poder,  volviéndose así primero cuidador y luego sabueso cazador de su amigo Cap.

Para los seguidores del cómic “Civil War” (2006-2007), basta decir que los hermanos Russo y los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely (escritores de la ya trilogía de “Capitán América”) meramente usaron el concepto de rivalidad plasmado en esas historias publicadas, explorando los pretextos del duelo como punto inicial, para llevarlos hacia otro sitio, con personajes con decisiones distintas, trayendo nuevos personajes y descartando otros (como el caso obvio de Reed Richars de Los 4 Fantásticos).

En lo personal, extrañé esas escenas memorables de las viñetas de la original Civil War, donde los héroes son obligados a revelar su identidad al público con el fin de generar confianza y menos suspicacia por la sociedad. El filme “Civil War” apunta más su conflicto y revelaciones hacia dónde pueden estirar la liga el Capitán América y Iron Man para tolerar sus posiciones, sin meterse a la cárcel, cruzar la línea de la ley, o darse un golpe a sus dientes perfectos,  mientras que cada quien cree tener la verdad absoluta y el resto reconoce que cada quien tiene su razón de defenderla.

Aquí, también hay espacio para nuevos participantes en el tablero. Con Hulk y Thor fuera del mapa desde la última aventura de “The Avengers: la era de Ultrón”, la primera bienvenida es a Vision (Paul Bettany), materialización de J.A.R.V.I.S., quien ahora tiene una interesante relación con Wanda Maximoff/Scarlet Witch (Elizabeth Olsen) que raya en lo paternal o hermano mayor.

Tras su incursión en “Capitán América: Winter Soldier”, adquiere más presencia Sharon Carter/Agente 13 (Emily Van Camp), como una aliada de Rogers, quien encuentra en ella la representación de ese pasado que debe honrar. Ambos serán la encarnación de esa nostalgia que nunca debe sacudirse el personaje del escudo de la estrella.

El sentido de frescura entra por la puerta de adelante con la presencia de Black Panther (Chadwick Boseman), con una historia sensible que hará que estemos en su esquina desde el inicio. La presencia de este actor capta la atención y su coreografía de pelea es más que memorable.

Y por la puerta de atrás llega Spider-Man, lográndose el sueño de los fans de verlo ensamblado con los Avengers – o por lo menos con una fracción de la misma- apareciendo cortesía Sony Pictures y Disney y dejando al personaje listo para disfrutarse en su nueva serie de películas.

Tom Holland como Peter Parker nos regresa al humor de los cómics y serie animada, trayendo consigo un sentido de diversión que se perdió con la versión de Andrew Garfield. La excusa para involucrar a Spidey es ingeniosa y cuando lo conocemos es tan memorable como la secuencia de acción que vendrá después  y muchos ya bautizan como la mejor de la historia en este género: la escena del aeropuerto.

Como se había anunciado, Paul Rudd es Ant-Man y su desenfado en pantalla sigue generando chispas de emoción cuando aparece, reforzándosecomo agente importante en el universo Marvel.

Scarlett Johanson como Black Widow es el personaje ideal para una aventura como esta, por tener tatuado en su ser la pregunta: ¿a qué bando sirves?, cuestión que es el ADN de “Capitán América: Civil War”.

El efecto “Deadpool” se escucha en un par de momentos con palabras más dignas de un filme de adolescentes y adultos, mientras que violencia en ocasiones si hará que los niños pequeños deban ser supervisados.

Los hermanos Russo han colocado TNT bajo los pies de los Avengers y sus futuras cintas –sabemos ellos harán las dos partes de “Crisis Infinitas” – impulsándolos a seguir reinventándose en lo que algunos ya llaman el género de superhéroes, siempre lleno de magia y fantasía, pero con la urgencia de seguir siendo relevantes ante el mundo complejo que caminamos, donde ese cinismo e idealismo de Stark y Rogers se respira.

Por los resultados de “Capitán América: Civil War”, la mecha está más que encendida.

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