Mauricio Zapata
La explotación laboral en Tamaulipas es una realidad que no ha logrado ser erradicada, son principalmente las mujeres las víctimas de superiores jerárquicos y en la mayoría de los casos no se presenta denuncia por temor a perder el empleo y por tanto el sustento familiar.
De acuerdo a información de abogados y propios trabajadores, la mayor parte de los casos registrados se presentan en las empresas maquiladoras, aunque esto no es exclusivo.
Horas extras no pagadas, o que se pagan con porcentajes inferiores a lo que establece la ley, o en su caso promesas de otorgar días de descanso adicionales que nunca se cumplen y se dejan al olvido por no existir un documento que avale la asistencia de los trabajadores, son algunos de los casos.
La señora Martha, madre de familia obrera de la maquiladora Delphi, y Olga una joven madre soltera que trabaja en Kemet, coincidieron que en varias ocasiones ha sido sujetas de la ampliación de su jornada laboral, que en muchas de las ocasiones supera las doce horas.
“No sé si es explotación laboral, lo que puedo decir es que sí me ha tocado ocasiones en que algunos compañeros no acuden a su horario de trabajo y nos exigen que nos quedemos a cubrir, y que se nos va a pagar, y resulta que al llegar el día del cobro, nos dicen que va a salir después y así se la llevan”, comentó la primera.
Olga dijo que el interés por obtener un ingreso adicional a los paupérrimos salarios que obtienen como obreras de las maquiladoras que van de los 700 a mil 500 pesos semanales las obliga a aceptar condicionantes de los supervisores, quienes a manera de “invitación” las obligan a cumplir horarios extras.
“La verdad es que sí lo hacen, saben de las necesidades de los trabajadores y pues en eso se basan, muchos aceptamos trabajar incuso jornadas dobles, que implican un cansancio extra y aunque ellos saben que el rendimiento del cuerpo no es el mismo, nos exigen como si fuera un turno normal”, comentó.
Carmen es otro caso de una trabajadora de maquiladora, quien ha laborado en varias empresas asentadas en la Capital tamaulipeca, y quien refirió que los trabajadores hombres y mujeres son tratados con prepotencia y hasta maltrato físico.
“A veces no recibimos lo que dice el contrato de trabajo, aguinaldo, vacaciones, primas dominicales, ni utilidades, dicen que se construye o se amplía y en eso se va el dinero”, comentó.