Rubén Jasso
Su relación con el balón comenzó cuando tenía cuatro años defendiendo la playera del equipo Praderas que dirigía Gabriel Vargas y Leo Castro padre, encontrando en el futbol el motivo para despertar cada mañana pensando en dar lo mejor de sí mismo a la hora de cumplir cada compromiso semanal en la canchita Enrique Borja.
Alto, delgado, pero fuerte y viviendo actualmente la transición de niño a adolescente, pues nació un 26 de abril de 2002, Abel Sebastián Barrón García, a quien se conoce ampliamente como “El Pollo”, es un recio zaguero central que defiende los colores del equipo Furia Azul de esta Capital, formando parte también de la selección tamaulipeca categoría 2002 que se prepara para encarar importantes competencias nacionales en las siguientes semanas.
Su figura es inconfundible a lo lejos en cualquier campo, pateando cada balón para defender o atacar, con esa convicción y seguridad con la que desea cumplir su sueño dentro de unos años: llegar al futbol europeo, aunque sabe que para eso deberá trabajar sin descanso y aprovechar cada oportunidad en su camino.
Un caluroso lunes por la tarde, “El Pollo” hace una pausa en su entrenamiento y nos comparte con toda sencillez algunos aspectos de su vida, demostrando, a su corta edad, ser un futbolista maduro y seguro de lo que quiere.
“Yo inicié a los cuatro años jugando con el equipo Praderas en la Borja, mi primer entrenador fue Gaby (Gabriel) Vargas, auxiliado por Leo Castro papá”, dice de entrada, recordando también el motivo que lo llevó a ponerse unos tachones y patear una pelota. “Tengo un hermano mayor y él jugaba futbol y pues yo iba a sus partidos de chiquito, me gustaba y me llamó la atención y le dije a mi papá que un día me gustaría jugar”.
La historia de Sebastián en el balompié se divide en un antes y un después de vivir en Pachuca, ciudad donde estuvo por dos años luego de ser observado por visores de los Tuzos en un evento nacional defendiendo la playera de Furia Azul.
Su estadía en la bella airosa fue tan fructífera que sus argumentos futbolísticos le permitieron defender al estado de Hidalgo en la Olimpiada Nacional del 2014, pero desde hace más de un año volvió a su tierra con la disposición de dar todo por el conjunto cuerudo. “Es una experiencia muy bonita jugar con otro estado pero la verdad es un privilegio estar aquí para representar a Tamaulipas y vamos a echarle ganas”, afirma.
Presente en la conversación, el promotor deportivo Roberto Aguilar explica que las cualidades de “El Pollo” le permitieron acoplarse a un equipo (Praderas) que todo lo ganaba en Copa UAT y eventos estatales, asistiendo a un nacional en Veracruz donde hicieron un buen papel, decidiendo después salir de Praderas en buenos términos para fundar el equipo Furia Azul, mencionando que tanto Sebastián Barrón como Julio Pérez eran dos baluartes en el ataque, ganando con los “furiosos” un campeonato estatal en Reynosa que les dio el pasaporte a Colima, donde los cazatalentos de Pachuca de inmediato “le echaron el ojo” a Sebastián.
“Lo curioso es que cuando van a Colima, Julio Pérez ya había sido aceptado como jugador de Pachuca porque lo vieron en un torneo en Tampico con nosotros y él ya estaba palomeado pero ‘Pollo’ no y el primer partido en Colima era contra Sinaloa, uno de los equipos fuertes y da un juegazo, ‘Pollo’ da el juego de su vida y al medio tiempo el visor ya lo estaba buscando y ya lo querían directo, ese es un caso inédito”, relata.
Con humor, Roberto Aguilar recuerda que “El Pollo” partió a Pachuca a la par del inicio de un ciclo escolar. “Estaba muy chiquito… tenía diez años y llora y se regresa pero para enero ya estaba allá, o sea se regresó seis meses, jugó con nosotros pero se vuelve a ir y entonces duró dos años allá o más de dos años”.
Con orgullo, el promotor deportivo señala que ve en Sebastián a un jugador más maduro en todos los sentidos. “En el 2014 juega la Olimpiada Nacional con Hidalgo en Veracruz y son tercer lugar nacional pero se dan las circunstancias de que él vuelve a jugar con nosotros y ya lleva más de un año con nosotros ganando todo acá pero con mucha más experiencia”, apunta.
Tomando de nuevo la palabra, Sebastián acepta que sus expectativas son altas porque confía en lo que viene haciendo. “Me visualizo en Primera División y si Dios quiere esperamos llegar y estamos echándole ganas porque cada sacrificio tiene su recompensa, (quiero) echarle ganas, ser constante y pues lo más importante es que hago lo que me apasiona”.
Para luchar en el día a día por sus sueños, Sebastián deposita su fe en el Supremo Creador y lo afirma con plena seguridad. “Soy cristiano y confío mucho en Dios de que voy a lograr esto y él me ayudará en todo y voy a salir adelante”.
Así como al deporte, al estudio le da una especial importancia. “Obviamente, primero que nada es la salud, después el estudio y el deporte, porque si llega a pasar algo malo… una lesión, pues ya tienes tu carrera y nunca hay que dejarla”, recomienda.
En el plano futbolístico, “El Pollo” explica que normalmente juega como defensa central aunque a veces su técnico Raúl Santana lo coloca como lateral derecho, algo que no le disgusta pues también se siente cómodo, destacando además el entorno que rodea al equipo Furia Azul. “La verdad convives, te distraes, hay mucha amistad, más que nada el futbol es para divertirse y convivir con tus amigos”, señala.
Si fueras un aficionado y vieras jugar al “Pollo”… ¿Cómo lo definirías?
Ríe espontáneamente y dice: “Lo definiría como un jugador completo, que le echa muchas ganas y que le gusta el futbol”.
Con entusiasmo, menciona una de sus metas en el balompié. “Me gustaría llegar a Europa… jugar, espero primero echarle ganas y pues la verdad si me gustaría estar en Europa”.
¿A qué jugador admiras?
“En sus tiempos a ‘Rafa’ Márquez y ahorita a Héctor Moreno”.
Sin temor a equivocarse, Aguilar cataloga a Sebastián Barrón como uno de los mejores defensas centrales del país. “Da mucha seguridad y es bueno para rematar, en los tiros de esquina es un arma letal, es muy buen rematador, incluso lo he puesto de delantero y mete goles, es bueno en el contragolpe y uno a veces no sabe en el futbol profesional de qué lo van a utilizar, pero creo que ahorita es uno de los mejores centrales que hay en el norte del país”.
Y agrega: “Le sirve mucho la estatura y ha asimilado muy bien, he visto un crecimiento técnico de él muy grande, o sea llegó muy bueno en cuanto a físico, coberturas y recorridos perfectos, pero llegó un poco con menos de la técnica que tiene ahorita y este año ha evolucionado muy bien, le ha servido mucho la competencia que hemos tenido y tiene liderazgo con los compañeros y eso se refleja porque partido a partido él no es egoísta, les habla, los orienta y se la parte al mil en la cancha”, destaca.
Conocedor a fondo de las cualidades de cada elemento del conjunto que respalda, Roberto Aguilar señala que los reflectores de equipos del máximo circuito están sobre Sebastián Barrón pero también sobre otros jugadores como es el caso de Miguel Zapata, Gerardo Coronado y Carlos Peña; “Ellos son los que más están ahorita en un proceso de seguimiento y también el mismo ‘Pollo’ tanto de Rayados, Tigres, como de Pachuca, o sea el futuro de ellos está casi seguro que podría ser en Primera División”.
Con sinceridad, reconoce la labor que en su momento hicieron entrenadores como Gabriel Vargas, Marco Zavala, Jorge Urbina y ahora Raúl “Takuma” Santana, quien ha seguido el camino que trazó el actual técnico de Correcaminos en Segunda División, para hacer de los “furiosos” unos jugadores de élite y con un nivel que les permitirá en un corto plazo, formar parte de organizaciones de la máxima categoría.
Por su parte, Sebastián comenta que una puerta que podría abrirse en su futuro sería la del conjunto de la UANL. “El camino para mi yo digo que es Tigres… ese podría ser el camino”, reforzando Roberto Aguilar el comentario al reiterar que los felinos ya tienen conocimiento de él, al igual que Rayados, aunque el próximo mes podría ser crucial para “El Pollo” tomando en cuenta que asistirá a eventos como la Olimpiada y el Torneo Nacional Sub-13, competencias que representarán un gran escaparate para el victorense. “Hasta ahorita como él dice le atrae la posibilidad de Tigres porque aparte hay un acercamiento, aunque él está muy maduro, tiene los pies bien puestos en el césped y lo que quiere es títulos para Tamaulipas, títulos para Furia Azul, vamos a ganarlo todo pero no es fácil”, reconoce.
Para Sebastián, el futbol ha sido un deporte que le ha dejado muchas satisfacciones, tantas, que lo han hecho llorar de alegría, aunque también de “miedo”, como él mismo relata que sucedió luego de ganar un estatal en Tampico. “Es que yo era el capitán y me iban a dar el trofeo y salió una botarga de Correcaminos y me daba miedo y yo no quería pasar porque al lado de la persona que me iba a dar el trofeo estaba la botarga y yo no quería pasar por eso lloraba”, dice entre risas.
¿Y te gustan otros deportes?
“Pues practique voleibol un tiempo y con buen nivel”, dice, agregando que le gusta observar otras disciplinas por televisión para aprender más y tener otras opciones para jugar un día con sus amigos.
Acerca de su apodo, recuerda que fue un familiar suyo el que se lo impuso. “Salió de un tío porque de chiquito pues no sabían si iba a ser niño o niña y pues salí niño y en ese tiempo estaba güero, ahora ya estoy quemado por el sol y pues me compraron pura ropa amarilla y mi tío dijo que parecía un pollo, primero empezó con la familia y ya después se me quedó así el apodo”, dice con buen humor.
El tiempo transcurría y debía reintegrarse al entrenamiento bajo las indicaciones del “Takuma” Santana, enviando por último un consejo a todos los niños y jóvenes para que nunca se rindan y cumplan sus metas. “Que en el deporte que ellos practiquen pueden lograr su sueño y si no han tenido una oportunidad que no se desesperen, todo tiene su tiempo, todo se puede en esta vida y que no dejen de luchar por sus sueños”, afirmó.