julio 7, 2024
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mayo 2, 2016 | 156 vistas

Paoletti Rodríguez

A sus 49 años de edad, el señor Juan Chichino Hernández se gana la vida vendiendo chicles, cacahuates y semillas por los cruceros de esta ciudad capital, esto a pesar de su discapacidad y su avanzada osteoartritis que padece desde hace 16 años.

Nos cuenta que no tiene cartílagos en su cadera, por tal razón no puede caminar bien y utiliza unas muletas para poder caminar y ofrecer sus productos entre los vehículos que se paran esperando a que cambie el semáforo.

Él es originario de Tlaxcala, pero se vio en la necesidad de inmigrar a Tamaulipas por recomendación del médico, ya que la temperatura de este estado le ayudaría a reducir los intensos dolores que le daban por su enfermedad.

“El doctor que me atendía me dijo que viviera en tierras calientes porque mi tierra es fría y por eso me vine para acá, porque eran horribles los dolores que me daban, me la pasaba sentado, no podía hacer nada”, dijo.

La osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones o coyunturas que afecta principalmente al cartílago. El cartílago permite que los huesos se deslicen suavemente el uno contra el otro. También amortigua los golpes que se producen con el movimiento físico. Con la osteoartritis, la capa superior del cartílago se rompe y se desgasta.

Como consecuencia, los huesos que antes estaban cubiertos por el cartílago empiezan a rozarse. La fricción causa dolor, hinchazón y pérdida de movimiento en la articulación. Con el tiempo, la articulación puede perder su aspecto normal. Además, pueden crecer espolones alrededor de la articulación.

Algunos pedazos de hueso o de cartílago pueden desprenderse y quedar atrapados dentro del espacio que existe en la articulación, lo que causa más dolor y daño.

Expresó que no se le dificulta salir adelante, porque el comercio es algo que conoce desde su niñez, ya que dice desde su infancia se ha ganado la vida de esta forma y si es para sobrevivir no le teme al trabajo.

“Desde niño he sido vendedor no se me dificulta sobrevivir, ni vender, no es porque aquí haya más venta al contrario hay riesgo pero lo que se me dificulta es mi enfermedad, pero me siento bien, la mayoría de los que conozco ninguno tiene una discapacidad solo somos tres, los demás están fingiendo para abusar de la gente”, señaló.

 

ORGULLOSO DE VALERSE POR SÍ MISMO

Hace nueve años llegó a Ciudad Victoria, pero afirma que al principio se ponía a pedir dinero en las calles, lo cual dice le dejaba muy buenas ganancias pero decidió cambiar de actividad y ganarse el dinero honradamente.

El señor llega a muy temprana hora al crucero de la avenida Francisco I. Madero con el bulevar Adolfo López Mateos,  por la tarde se pone en la calle Matamoros, con lo que reúne apenas le alcanza para pagar la renta del lugar donde vive y sus gastos.

El hombre vive en la colonia Mariano Matamoros y al principio platica que debía trasladarse en taxi a los cruceros, lo cual no le representaba mucho gasto porque los taxistas lo conocían y le ayudaban, pero fue necesario ahorrar por mucho tiempo para comprarse un vehículo que aunque un poco deteriorado aun funciona para trasladarse, porque no puede utilizar el transporte público.

“Traigo una carcachita, antes andaba en taxi porque no puedo subir al micro, pero uno tiene que evitarse muchas cosas para hacerse de su transporte, yo me conformo con sacar para mis gastos para mi renta, me cobran 650, es un cuartito con baño adentro pero para lo que yo ocupo”, mencionó.

Nos dice que la gente es buena con él y le compra lo que vende, además saber que puede valerse por sí mismo le da ánimo para salir adelante y seguir trabajando diariamente.

El señor Juan vive solo en Victoria, nos cuenta que es divorciado y aunque sus hijos estuvieron viviendo hace dos años en la ciudad, se regresaron a Tlaxcala.

Comenta que no tiene servicio médico y hace cinco años que dejó de llevar un tratamiento para su enfermedad, pero aunque su enfermedad ya está muy avanzada, expuso que caminar le ha traído muchos beneficios, tanto que los dolores han disminuido.

 

TRABAJO ES TERAPIA

“Mi terapia es andar caminando, yo compraba medicinas y eran carísimas y caminar es como  he mejorado, tengo cinco años sin tomar medicinas, la enfermedad sigue avanzando y cualquier día me va a dejar”, expresó.

Los medicamentos del señor Juan tienen un costo aproximado entre los 200 a 800 pesos cada uno y son alrededor de cuatro los que debe tomar para controlar su enfermedad, pero afirma que no puede reunir el dinero para comprarlo.

Por tal razón nos dice un poco resignado que actualmente su terapia es caminar y trabajar, porque no puede seguir tomando su medicamento pero continuará trabajando hasta que su enfermedad se lo permita.

“Pues a veces si cansa y ando un poco adolorido pero es algo normal, pero en mi tierra era una cosa muy fea porque solo estaba sentado, pero empecé a caminar y caminar y eso me fue ayudando que de repente dejara la medicina porque  es muy caro el control”, finalizó.

Las personas con osteoartritis a menudo tienen dolor en las articulaciones y limitación de movimiento. A diferencia de otras formas de artritis, la osteoartritis sólo afecta a las articulaciones y no a otros órganos internos. La artritis reumatoide, que es el segundo tipo de artritis más común, afecta a las articulaciones y a otras partes del cuerpo. La osteoartritis es el tipo de artritis más común.

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