diciembre 12, 2024
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A veinte años de su partida

mayo 4, 2016 | 212 vistas

Carla Ramírez

Juan José Amador Martínez Medina, fue un destacado escritor tamaulipeco, que entregó su vida al arte y un querido profesor, que fue dedicado en la tarea docente, entusiasta en las fiestas y recreador de lo cívico.

Es así como se le recuerda después de haber cumplido 20 años de su partida, no sólo como el artista sino como el amoroso padre de sus dos hijos, Juan Ángel y Roberto Amador, que procreó con su musa inspiradora de poesía y compañera, su esposa Angélica.

Con motivo de su aniversario luctuoso, esta casa editora rinde homenaje a Juan José Amador Martínez Medina, quien obtuvo diferentes premios nacionales de poesía como Ramón López Velarde de Zacatecas con la obra “Los caminos del tránsfuga” en 1991; también el premio denominó Anita Pompa de Trujillo en Sonora con la obra “Los poemas de Angélica” en 1992; en este mismo año recibió el premio Juegos Florales Universitarios en Campeche con el libro “El olvido arroja serpentinas”; y por último, ganó el reconocido premio Efraín Huerta en Guanajuato con la poesía “Tribales puentes”.

Eso por mencionar sólo los premios nacionales de los que fue ganador, pues también resultó triunfador en el premio estatal de poesía Ramón López Velarde en el estado de Zacatecas en el año de 1991, con la obra “Los caminos de tránsfuga”.

El escritor fue galardonado por el Fondo para la Cultura y las Artes de Tamaulipas con el primer lugar para su novela: “Casa de altas llamas”, la primera que realizó y la cual fue inspirada por uno de los pasajes más duros de su vida, el incendio de su casa cuando en 1970 no sólo perdió su casa en este infortunado accidente sino también todas sus cosas personales, sus recuerdos.

Las revistas: “Vínculos” de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y “Amanecer en las aulas “de la Secretaría de Cultura y Deporte del Estado, fueron dirigidas por el poeta. Y realizó un sin fin de colaboraciones en diferentes medios de comunicación.

Además la Universidad Autónoma de México (UNAM) y el Programa Cultural de las Fronteras le editó un poemario en 1988 titulado: “Estrategias de la nostalgia”; asimismo el ayuntamiento de Victoria en 1993 incluyó alguno de sus poemas en un cuadernillo cultural del municipio.

 

Su familia: su inspiración

 

La inspiración de Juan Amador fue siempre su familia y esto fue la fascinación para sus lectores, pues incluía en sus letras a una familia como muchas; con problemas en la vida cotidiana y con tradiciones, esto hizo el acercamiento de sus versos con la gente que tanto lo admira.

Este año en el mes de septiembre cumpliría 56 años de edad el escritor que Victoria vio nacer en la colonia Mainero; en la entonces pedregosa calle de Mutualismo con el numero 326, siendo el primero y único hijo varón del matrimonio de José Amador y María Esther.

Él escritor tamaulipeco no desaprovechó la vida, escribió a sus padres, a su esposa, a sus hijos, a sus familiares, a los amigos, sin desapercibir al puerto, a la noria, al tiempo, a todo. A su partida dejó inconclusa la novela “Las hermanas de Verónica”, en ella rendía homenaje a sus hermanas: Esther, Gabriela, Claudia, Ivonne y Diana.

El destacado poeta tamaulipeco Juan José Amador Martínez Medina no sólo dejó un gran legado cultural, con su partida quedó la nostalgia de aquel ser humano bondadoso y entusiasta, ejemplo para muchos e inspiración para otros, que siempre quedará en la memoria de su familia y de los victorenses.

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