Para el traslado de las gigantescas calderas por las carreteras tamaulipecas se requirió quitar un puente de 180 toneladas sobre la Victoria-Altamira; en estas maniobras se usaron dos grúas de 500 toneladas y tuvieron una duración de dos horas; los encargados de todo este proceso son Alma Acuña Valdez y Jorge Alberto Espinoza Paredes. Las imágenes aéreas del dron de El Diario muestran los momentos en que se liberó la vía para continuar el camino de las moles de acero.