noviembre 24, 2024
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mayo 10, 2016 | 110 vistas

¡Felicidades!

 

Por Alicia Caballero Galindo

 

A MIS HIJOS

Recuerdo cuando latían en mi vientre

y yo … ¡soñaba!

 

Un día los tuve entre mis brazos

tan pequeños, tan frágiles

¡tan míos!

 

Cuando se aferraron a mis dedos

con sus pequeñas manitas

supe que caminaríamos juntos un tiempo.

Les enseñaría la estrella de la tarde

cuando mansamente

se sentara sobre la cumbre del monte

¡efímero y mágico momento

como los destellos de la vida!

 

Cuidé sus pasos vacilantes

pero pronto aprendieron

a caminar, a correr ¡y a volar!

 

Hoy sus alas

se abren poderosas

para surcar otros cielos

hoy forjan sus propios nidos

allá ¡en la cumbre!

su padre y yo un día

forjamos el nido donde nacieron.

 

Como desfile mágico

hoy pasan por mi mente los recuerdos

¿Que si hubo desvelos?

¡Ya no los recuerdo!

¿Sufrimientos y penas?

¡Jamás!

¿Sacrificios dolorosos?

¡Nunca existieron!

¿Lágrimas y dolor? …

Sólo llevo en el alma

las dulces lágrimas de felicidad

derramadas con amor

cada vez que subían un escalón

en la montaña de la vida.

 

Madre, mamá, abuela

mágico canto de amor

que da vida a la vida

manantial de esperanza

donde liba la humanidad

brazos abiertos que siempre esperan

sombra frondosa y fresca

para guarecerse

cuando el sol haga lentos los pasos.

 

Quiero ser fronda  que cobija

fuente cristalina que sacie tu sed

viento que acaricia

fulgor en el horizonte que guía

mano invisible que protege.

 

Cuando mi cuerpo fenezca

abatido por el tiempo,

me iré con una sonrisa

cantándole a la vida

y agradeciendo al Creador

el privilegio de ser madre.

 

En las noches solitarias

miren la luna y las estrellas

¡sonrían! porque desde ellas,

mis ojos estarán mirándolos

y el viento les llevará

mi voz a donde estén.

 

Y en el fondo de su ser

en cada latido de sus corazones

estarán escuchando al mío

diciéndoles cuánto los quiero

y que siempre estaré con ustedes.

 

¡Gracias a la vida

por el privilegio de ser mamá!

MAMÁ

Desde que comienza mayo

me late más de prisa el corazón

porque reafirmo el gran amor

que te profeso todo el año.

 

Aunque los rosales florecen

radiantes, todos los días

las flores más bonitas

son las que hoy te ofrecen.

 

Yo quisiera, mamacita,

que siempre te puedan acompañar

como dulce arpegio musical

los ecos de mis caricias.

 

MAMITA

Cuando te hablo, mamita

y luego escucho tu dulce voz

siempre pendiente de mis reclamos

tierna, amorosa, bella, feliz.

 

Tus tibias  manos siempre al alcance

son mi consuelo cuando hay pesar

con gran cariño borran mis penas

y sabiamente me han de guiar.

 

Desde pequeña, yo te recuerdo

como un refugio, mi fortaleza

y entre tus brazos siempre me siento

como en el cielo, fuerte y segura.

 

Con todo esto has cultivado

aquí, muy dentro en mi corazón

un paraíso de hermosas flores

que toda mi  alma llena de amor

 

Y aunque los años pasen y pasen

la vida cambie, el mundo también

nadie jamás podrá arrebatarme

lo que tu amor en mi vida sembró.

 

MI NIÑA

Ayer estaba mi pequeña hermana

arrullando a su muñeca y sonreía

le contaba hermosos cuentos de hadas

y una abnegada madre se sentía.

 

De pronto se quedó quieta y callada

su mirada se perdió en la lejanía

volvió la cara a su niña sonrosada

a quien tanto cuidaba y quería

y con el dulce candor de la infancia

preguntó con ternura y gran delicia

¿Es que tu me quieres, Margarita,

tanto, tanto como quiero a mi mamá?

 

Por las noches, me da un beso y me cobija

reza conmigo, se sienta en mi cama.

Ella me despierta con una sonrisa

tan bonita y fresca como la mañana.

¡Me levanto pronto, me visto de prisa

y vivo contenta porque ella me ama!

 

Pero… ¿No me escuchas? ¿Es que estás dormida?

Yo te quiero tanto y estas tan callada

¿Por qué cuando te hablo tu nunca me miras?

tampoco sonríes ¡No me dices nada!

de nuevo se quedó muy pensativa

y después sonriendo, a su niña hablaba;

¡No importa que tu amor no me digas

lo dicen tus manos, tu dulce mirada!

gozo cuando veo tu dulce sonrisa.

¡Yo se que me quieres mi niña adorada!

 

ACRÓST I CO

 

Mamacita

Más bella que una aurora florida

Ángel del cielo que Dios nos mandó

Mi corazón se llena de gozo

Al contemplar tu imagen querida

Cantan las aves bella melodía

Inquietas mariposas adornan los cielos

Todos en la tierra, hoy lucen sus galas

Al brindarte, madre, de eterno amor pleitesía

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