Berlín, 11 May (Notimex).- Se cumplen cien años de la publicación de un texto histórico que logró revolucionar el mundo de la Física: El 11 de mayo de 1916 la revista especializada “Anales de la Física” publicó la Teoría General de la Relatividad de Albert Einstein.
El núcleo de su teoría había sido ya presentada un par de meses antes en la Academia Prusiana de Ciencias de Berlín, donde aseguró que la localización de los sucesos físicos, tanto en el tiempo como en el espacio, son relativos al estado de movimiento del observador.
Esta “nueva teoría” hizo desaparecer el concepto de gravedad al sustituirlo por una nueva noción conocida como curvatura del espacio-tiempo. De esta forma, el espacio y el tiempo dejaron de ser entes estáticos y absolutos para convertirse en objetos dinámicos en interacción con el resto de la materia y energía del Universo.
La genialidad del físico judío de nacionalidad alemana sigue hoy vigente dado que una y otra vez sus predicciones han sido confirmadas en la realidad. Además, en este aniversario centenario su revolucionaria teoría celebra otro triunfo, la primera detección de ondas gravitacionales.
Albert Einstein predijo la existencia de estas ondas hace más de un siglo pero no fue hasta hace unos meses cuando los científicos lograron detectarlas.
Así, después de décadas de intentos infructuosos se lograba constatar la existencia de ondas que son fundamentales para entender las leyes del Universo y que muestran cómo los objetos, a medida que avanzan, hacen que el espacio se distorsione.
En el mes de febrero, el director ejecutivo del Observatorio Avanzado de Interferometría Láser de Ondas Gravitacionales, conocido como LIGO, David Reitze, confirmó la detección de ondas gravitacionales procedentes de dos agujeros negros que colisionaron a 1,3 millones de años luz de distancia de La Tierra.
Los expertos coinciden en que este hallazgo es el comienzo de una nueva era en la astronomía.
Asimismo, la teoría de la relatividad es esencial para comprender lo que ocurre a nuestro alrededor y gracias a ella podemos utilizar el GPS, un sistema de localización que no podría contar con tanta precisión si no fuese por las correcciones que Einstein realizó a las teorías de Newton.