CIUDAD DE MÉXICO, mayo 11 (Agencias)
Porque sabemos que nada se compara a la sensación de llegar a casa después de un largo día de trabajo o escuela y sacar tu bra por debajo de tu camisa, en el portal mexicano de Elle te dan algunas razones para que te atrevas a darte unas -merecidas- vacaciones de esta prenda interior.
Aceptémoslo, a todas nos pasa; al final del día ya no aguantamos la sensación de portar un brassiere. Las marcas en nuestra espalda y hombros, comezón, calor e incomodidad general nos hacen pensar en olvidarnos de esta “esencial” prenda para siempre; sin embargo, parece que no podemos encontrar las razones suficientes para hacerlo. Afortunadamente, nos encargamos de reunir cinco argumentos para que te atrevas, al fin, a salir de casa sin esta tortuosa prenda interior. ¿Lista?
- De acuerdo a un estudio, usar un brassiere no previene que los pechos se “caigan”. Hace poco se hizo popular el resultado de un estudio conducido por Jean-Denis Rouillon, un profesor de la Universidad de Franche-Comte en Besançon, que sugiere que usar ésta prenda, incluso desde una edad temprana, no aporta ningún tipo de soporte a los pechos ni reduce el dolor de espalda. Al contrario, supuestamente, los pechos se pueden volver incluso menos firmes con el uso constante de brassieres con alambre ya que éste atrofia los ligamentos naturales del pecho volviéndolos “flojos”, resultando en un “aflojamiento prematuro”.
- Se cree que su uso podría estar relacionado con el cáncer de mama.
A pesar de que aún no se ha comprobado científicamente algún lazo entre ésta enfermedad y el uso de brassieres, distintos investigadores y médicos -en este caso Sidney Ross Singer y Soma Grismaijer- sí han encontrado que cada tres de cuatro mujeres que los usan, han desarrollado algún grado de cáncer de mama a lo largo de sus vidas; mientras que solamente una entre 168 mujeres que raramente usan uno, obtienen dicha enfermedad.
Pero ¿por qué se cree esto? Existen muchas teorías, entre ellas aquella que argumenta que el calor producido al usar esta prenda aumenta los niveles de la hormona “prolactina”, misma que se relaciona con este tipo de cáncer. Mientras otras teorías objetan que al restringir el movimiento de los pechos se restringe también el buen funcionamiento del sistema linfático acumulando distintas -y muy peligrosas- toxinas, en vez de permitir que éstas salgan de nuestros cuerpos.
- En términos médicos no hay absolutamente ninguna razón para usar un bra. El cuerpo humano es uno extremadamente sabio; por esta razón es que no necesita ayuda de ningún sistema de “soporte” exterior. La invención del brassiere no posee ningún argumento más que sus fines estéticos, de sensualidad y tendencias. Sin embargo, la moda de hoy en día nos ha demostrado que aquellos pechos ultra voluminosos, falsos y muy apretados se encuentran ‘out’ ¡lo de hoy es lo natural! Así que, ¿por qué sufrir de dolores constantes debido a esta -innecesaria- prenda?
- Existen más opciones. Todos los seres humanos alrededor del mundo tenemos pezones, ¿cierto? Entonces ¿por qué nosotras debemos avergonzarnos de ellos o cubrirlos? Es verdad que la sociedad nos ha hecho ver a los pezones femeninos como sinónimo de sexualidad, o incluso falta de elegancia o clase; sin embargo la realidad es que, si todos los tenemos, ¿por qué los nuestros deben significar esto?
Sin embargo, si aún no puedes sentirte cómoda sin llevar un ‘bra’, especialmente mientras usas camisas delgadas, muy sueltas o simplemente gracias a aquellas personas “mironas”, hay distintas opciones por las que puedes optar de vez en cuando en vez de aquel brassiere con relleno o alambre. Un suave bralette no solamente resulta en una pieza muy coqueta, sino muy cómodo. También podrías optar por camisetas cortas de algodón o incluso hasta aquellas estampitas que cubren tu pezón. Lo que te haga sentir más cómoda.
- ¡Libera el pezón!
Afortunadamente nos encontramos viviendo una era de cambio; una en la que las mujeres nos hemos levantado para luchar por nuestros derechos y combatir las desigualdades que nos han aquejado desde el inicio de la humanidad; pero también nos hemos unido para demostrar que nuestros cuerpos no tienen por qué ser inmediatamente sexualizados.
Con este cambio de mentalidad es que distintas activistas, artistas -e incluso algunas de nuestras celebridades favoritas- han adoptado el estilo “sin sujetador” en sus vidas diarias, enfrente de la cámara e incluso sobre la alfombra roja como una forma de “normalizar” cada una de las partes de nuestros cuerpos.