CONCORD, California, EE.UU. (AP) — Un vecindario del norte de California fue sitiado por un enjambre de abejas agresivas que se cree mataron a dos perros y picaron a varias personas, pero un experto en abejas dijo el domingo que al parecer el peligro ha pasado, ya que los insectos no regresaron al lugar donde se agrupaban, dijo el domingo un experto.
Norman Lott, de la Asociación de Apicultores de Mount Diablo, dijo al East Bay Times (http://bit.ly/1spH4gZ) que se le pidió acudir al barrio de Concord después que un apicultor aficionado se deshizo de una colmena porque los insectos lo habían atacado, lo que dejó sin hogar al enjambre, el cual posiblemente estaba formado por abejas africanizadas.
«Muy pocas abejas andaban volando por ahí y (el sábado) en la noche y ya no regresaron al lugar donde se agrupaban», declaró Lott.
Se cree que las abejas mataron a dos perros salchicha. También picaron a un apicultor, un niño, un cartero, reporteros de noticias y a Lott.
El capitán de la policía de Concord, Chris Blakely, dijo que los primeros reportes del problema surgieron el viernes, cuando el apicultor aficionado Arthur Janke fue a revisar las colmenas que tenía en el patio trasero y las abejas lo atacaron. Entonces se deshizo de la colmena, lo que dejó a muchas abejas agitadas en la zona. Janke fue después a un hospital con lesiones menores a causa de los piquetes de abeja.
«La verdadera tragedia ocurrió el viernes», declaró Janke al San Francisco Chronicle. «Las abejas andaban sobre la gente. Se posaban en el pelo».
Lott dijo que los insectos posiblemente sean abejas africanizadas productoras de miel, una subespecie conocida como abejas asesinas que emigraron al norte desde Sudamérica.
Lott reunió muestras de ADN de algunas de las abejas para comprobar su corazonada.
La policía prohibió el viernes y el sábado a los transeúntes que caminaran cerca de la casa de Janke, aunque las calles continuaban abiertas al tránsito de vehículos en la zona.
La policía advirtió a los habitantes de casas de uno y dos niveles provistas de prados que tuvieran cuidado y recomendó a los automovilistas que subieran los vidrios de sus ventanillas cuando circularan por el vecindario.
