CIUDAD DE MÉXICO, mayo 18 (Agencias)
Sólo fue un gol, lejos de los seis que Águilas y Rayados marcaron apenas en la Fecha 16, pero aún así no le faltaron emociones a esta Ida de la Semifinal, de triunfo por la mínima pero que debió ser holgado para el cuadro azulcrema.
No fue la noche de la contundencia sino de las grandes atajadas. Jonathan Orozco y Hugo González lucieron como casi nadie porque más que ellos brilló Osvaldo Martínez, el “10” que marcó el de la diferencia al inicio del segundo tiempo.
Tradicional de Liguilla fue el comienzo, con ambos de intenciones ofensivas pero sin esconder las precauciones. Pero en las que llegó América, Orozco apareció. Solo él supo de dónde sacó la mano para desviar por abajo un cabezazo cruzado de Pablo Aguilar a la media hora, cuando América ya era superior.
Antes de ello, un pase desde el fondo de Miguel Samudio llegó al Rifle Andrade, quien centró para Darwin Quintero, el colombiano que esta vez estuvo errático y en esa no alcanzó a empujar, como más tarde no conectó un cabezazo que parecía de gol frente a Orozco.
Esta última sucedió cuando las Águilas ya habían tomado ventaja por el remate a quemarropa de Osvaldo. Con el Monterrey tocado, el América tuvo para matar pero Orozco le sacó otra a Quintero, Paolo Goltz remató al travesaño y Paul Aguilar voló otro balón solo frente al arco.
Enfrente, González atajó la que podrá ser clave en la serie, porque a diez del final aguantó hasta lo último y con el pie le desvió a Edwin Cardona, que había limpiado el área de zagueros.
Las Águilas habían abierto el partido con el ingreso de Rubens Sambueza en la última media hora, pero el marcador quedó en un discreto 1-0 que podrá lamentar el América por todo lo que generó, o celebrar Rayados por lo sufrido.
Por no marcar de visitante, el Monterrey estará obligado a ganar en la Vuelta, ya que cualquier empate, con o sin goles, pondrá a las Águilas en la Final del Clausura 2016.