Samantha Rocha
Sentada frente al espejo con un toque de nostalgia, pensaba en lo rápido que pasó el tiempo, en un abrir y cerrar de ojos la infancia quedó atrás para dar la bienvenida a la juventud, una época en la que aparecen los primeros amores, se planean increíbles viajes, se forman bellas amistades, pero sobretodo, los que alguna vez fueron sólo sueños, comienzan a volverse realidad.
Y es que el anhelado día por fin había llegado, el sol tenía un brillo diferente, el cielo estaba teñido de un azul más intenso que de costumbre y hasta en el cantar de las aves parecía reflejarse la alegría de la guapa jovencita María Ramos García, quien tuvo la dicha de celebrar su fiesta de quince años el pasado sábado catorce de mayo.
Para ella y su familia, era prioridad agradecer a Dios la dicha de estar unidos y la felicidad que por tantos años ha reinado en su hogar, por ello, en compañía de sus papás Ramiro Ramos Salinas y Antonia García de Ramos, así como sus familiares y amigos más allegados, se realizó una bonita ceremonia religiosa en una conocida parroquia de nuestra Ciudad.
Durante ésta, el sacerdote dirigió un emotivo mensaje a la festejada, exhortándola a mantenerse firme en su fe, conservando la calidad humana que hasta ahora la ha caracterizado, basada en el respeto, la humildad y los valores que sus amorosos padres le han inculcado.
Posteriormente se llevó a cabo una elegante recepción en el salón Fundadores del Casino Victorense, la cual estuvo llena de emotivos momentos, sorpresas y desde luego muestras de afecto para la linda quinceañera.
En la hermosa decoración destacaron adornos florales en tonos pastel, que hacían juego con el bello vestido que lució María mientras caminaba radiante sobre una pasarela iluminada con una sutil luz color rosa, ante la mirada de asombro de sus invitados.
Aunque sin duda el instante más conmovedor de la velada, fue cuando la linda joven bailó el tradicional vals acompañada de su padre Ramiro Ramos Salinas, teniendo como fondo una conmovedora melodía que logró emocionar hasta las lágrimas a algunos de los presentes.
Finalmente la guapa festejada, disfrutó bailando, charlando y desde luego tomándose fotos con sus amigos, para capturar cada minuto de aquella inolvidable noche, que seguramente será el inicio de un largo camino de dicha, alegría y éxitos para María.
¡Muchas felicidades!