CIUDAD DE MÉXICO, mayo 23 (Agencias)
Según el portal mexicano Harper’s Bazaar, el sexismo y el ego de un emperador francés tienen que ver con el hecho de nos abotonemos siempre con la mano equivocada.
Una de las maneras más seguras de diferenciar una camisa de hombre de una de mujer es revisar de qué lado están los botones: mientras las de ellos se abotonan con el lado izquierdo sobre el derecho, las de nosotras se abotonan con el derecho sobre el izquierdo. ¿Alguna vez te has preguntado por qué?
Si bien no hay una razón funcional para tal diferenciación hoy en día –el 70 por ciento de la población mundial es diestra, sin importar el sexo–, se trata de una tradición que ha perdurado desde alrededor de 1850. Aquí, una lista de posibles respuestas para satisfacer tu curiosidad:
- Para amamantar
Una teoría indica que la mayoría de las mujeres suelen cargar a sus bebés con el brazo izquierdo, por lo que colocar los botones de ese lado hacía que fuera más fácil abrir la camisa con el brazo derecho.
- Para montar a caballo
Ya que, tradicionalmente, las mujeres solían montar con sus cuerpos girando hacia el lado derecho, poner los botones del izquierdo impedía que el viento se colara en sus camisas cuando cabalgaban.
- Para facilitar a los sirvientes vestir a las mujeres de clase alta
Ésta es la teoría más difundida por la cual las camisas de mujer se abotonan a la derecha: las damas pudientes del siglo XIX no solían vestirse por sí mismas, por lo que tener los botones del lado opuesto era más sencillo para los sirvientes diestros. Más tarde, cuando la gente empezó a vestirse sola, los botones –alguna vez considerados objetos de lujo– permanecieron del lado izquierdo para que las masas pudieran imitar el estilo de la clase alta.
- Para que los hombres desenfundaran sus armas sin obstáculos
Los hombres desenfundaban sus espadas con la mano derecha, por lo que se sentía más natural desabotonar sus camisas con la izquierda. Obvio, las mujeres en esa época no necesitaban tener esa facilidad.
- Para satisfacer a Napoleón
Supuestamente, las mujeres solían burlarse de la distintiva pose de Napoleón –con el brazo izquierdo doblado en un ángulo de 90° y la mano metida entre los botones de su camisa–, por lo que el emperador francés ordenó que sus camisas se elaboraran con los botones del lado contrario para que ya no pudieran imitarla.
- Por la inequidad de géneros
Havelock Ellis, sexólogo del siglo XIX, escribió en su tratado Hombres y mujeres: estudio de los caracteres sexuales secundarios y terciarios, que el hecho de que los botones permanezcan a la izquierda en las camisas de las mujeres se debe a que ellas “parecen inferiores a los hombres” en “fuerza, rapidez, precisión y movimiento». En referencia al punto número tres, señala que las mujeres tienen habilidades motrices menos desarrolladas, pues necesitan ayuda para vestirse.
Otra teoría sugiere que, cuando la ropa femenina empezó a tomar cada vez más elementos de la masculina –por ejemplo, los pantalones–, los manufactureros mantuvieron los botones de distintos lados para diferenciar una de otra.