Alfredo Guevara
Aunque todavía no se concluye la cuantificación, misma que podría estar para finales de esta semana, lluvias, fuertes vientos y granizadas han causado la siniestralidad en algunas hectáreas de sorgo en el distrito de San Fernando, confirmó Francisco Jesús Bonilla López.
De hecho, sin dejar de confiar en una importante cosecha, el Secretario de Desarrollo Rural del Gobierno del Estado admitió que en algunas partes de la superficie sembrada hay excedente de humedad en la tierra, lo que ha impedido hacer su trabajo a las trilladoras.
Al arribar a sus oficinas, ubicadas en la Torre Bicentenario, el funcionario mostró confianza en que deje de llover en cuestión de días, para que las máquinas trilladoras inicien su trabajo, dado que ya debería haber iniciado esta actividad para obtener la producción esperada.
“Efectivamente, hay reportes de siniestros en San Fernando, no hemos podido cuantificar el número de hectáreas, pero ya avisamos a la compañía aseguradora para que haga una evaluación de las afectaciones, aunque podemos decir que son mínimos los daños, comparativamente con el volumen que se espera de producción”, aseveró.
Recordó que afortunadamente, el Gobierno del Estado dispuso la contratación de un seguro que ampare daños catastróficos, como podría decirse que sucede con el sorgo, que en un momento dado indemnizaría a los productores que se vieran afectados por fenómenos de este tipo.
Para este año, informó que la administración estatal destinó alrededor de nueve millones de pesos, que amparan 228 mil hectáreas, sobre todo en la zona norte de Tamaulipas, que es en donde más superficie se destina a la siembra de cultivos como el sorgo y maíz blanco y amarillo.
Bonilla López indicó que en la última semana la zona norte de la entidad se ha visto favorecida, en parte, con la presencia de importantes precipitaciones pluviales, que si bien han sentado las bases para un mejor desarrollo de los cultivos, también han generado exceso de humedad.
Lo que más ha causado afectación son las últimas precipitaciones, que vinieron acompañadas en algunas partes de fuertes vientos y granizadas, que inundaron los surcos y causaron la caída del sorgo, sobre todo por la caída del hielo.
